After Life

Por Rodrigo Martín Seijas

[et_pb_section admin_label=”section”] [et_pb_row admin_label=”row”] [et_pb_column type=”4_4″][et_pb_text admin_label=”Text”]

After Life 
Reino Unido, 2019, 6 episodios de 30′
Creada por Ricky Gervais
Con Ricky Gervais,  Jo Hartley,  Tony Way,  Ashley Jensen,  Tom Basden,  David Bradley, Roisin Conaty,  Mandeep Dhillon,  Kerry Godliman,  Paul Kaye,  Diane Morgan, Joe Wilkinson,  Penelope Wilton,  Tim Plester,  Tommy Finnegan,  Laura Patch, David Earl,  Ethan Lawrence,  Simon North,  Ty Hurley

Humanidades

Por Rodrigo Martín Seijas

Al no ser tan conocido en la Argentina, no viene mal remarcar la importancia de Ricky Gervais dentro del espectro de la comedia mundial: no solo es el creador de esa particular maravilla llamada The office(que luego tuvo una gran influencia en series posteriores como Parks and recreation), sino también un grandioso monologuista (sus especiales AnimalsPoliticsHumanityson notables), una de las figuras que utiliza Twitter con mayor lucidez y, encima, un excelente conductor. De hecho, poder ver en YouTube los momentos más destacados de las cuatro ceremonias de los Globos de Oro en las que ofició de anfitrión permiten dejar en claro una de las características más relevantes de su humor: la ausencia de límites a la hora de hacer chistes sobre tópicos o eventos que para muchos son tabú.

After Life Perro Blanco 4

Lo de After life es, en buena medida, una confirmación de la vocación constante de Gervais por romper todo, pero a la vez de construir desde los escombros que quedaron luego de la destrucción. En sí, el planteo inicial es toda una declaración de principios: “es como tener un súper poder”, dice en un momento Tony (el mismo Gervais), quien luego de perder a su esposa ha pasado de ser un tipo indudablemente amable y amigable a un cínico absoluto, que despliega crecientes dosis de maldad contra todo y todos los que lo rodean. Ese súper poder del que habla Tony es la impunidad, el tener vía libre para decir y hacer lo que sea, porque claro, ha afrontado una pérdida. Ya hay ahí una crítica explícita por parte de Gervais hacia todo un ensamblaje cultural que les quita responsabilidades a las personas en pos de eludir conflictos y no hablar de ciertas cosas.

Porque si hay algo que odia Gervais es la corrección política, esa necesidad de hacer rodeos o buscar atajos para no afrontar instancias de desacuerdo, descontento o, directamente, cosas que están pasando, que están a la vista pero no se quieren ver. Teniendo en cuenta esto, After life–que funciona como una miniserie corta, de apenas seis episodios de media hora, o una película larga de tres horas- es una historia de aprendizaje sobre los perjuicios de esa corrección política y la necesidad de salir de ella para terminar con el estatismo que implica. Al fin y al cabo, Tony no deja de practicar una forma de corrección política consigo mismo: externaliza toda su frustración, enojo y tristeza, pero no para liberarse y superarlos, sino para esquivar sus dilemas internos, hasta llegar a los verdaderos límites, esos donde empieza a hacerse daño a sí mismo y a quienes quiere. De ahí que el desafío que debe afrontar implique un tipo de apertura interior y exterior, un proceso de gradual reacomodamiento de los sentimientos que lo atraviesan y las relaciones que constituyen la pequeña comunidad que habita. 

After Life Perro Blanco 6 1

Pero After lifeno es tanto una historia individual como un relato coral donde el personaje de Tony es el punto de unión de otros sujetos, lo cual quizás abra la chance de nuevas temporadas. Ahí tenemos entonces una galería de personajes que encuentran el espacio preciso donde conviven lo trivial con lo insólito de la mano de la nobleza: los compañeros de Tony en el pequeño periódico gratuito donde trabaja (que incluyen a su cuñado) son una muestra de la capacidad de Gervais para retorcer lo cotidiano hasta extremos hilarantes y a la vez conmovedores; pero a ellos se suman un drogadicto, una anciana que perdió a su marido, una “trabajadora sexual” (como ella misma se ocupa en aclarar) y una enfermera que cuida del padre de Tony que interpelan la amargura y el dolor del protagonista; y distintos individuos a los que Tony debe entrevistar que terminan conformando un universo explosivo, casi apartado de toda norma y a la vez notablemente empático. 

Si los primeros cuatro capítulos de After lifeson notables, a partir de cómo incorpora dosis equilibradas de drama y comedia, los dos últimos episodios bajan un poco de nivel, ya que adquieren un tono algo edificante, donde el humor pierde algo de fuerza. Pero no dejan de formar parte de una apuesta conjunta, de esa reconstrucción que viene después de la demolición de las estructuras. “Por favor, sé feliz. Me encanta cómo amás a tu esposa y no puedo esperar a que alguien me ame de la forma en la que amás a tu esposa, pero todavía podés ser feliz”, le dice una compañera a Tony, y ahí también podemos ver toda una declaración de principios por parte de Gervais: la tragedia, el dolor y la tristeza no pueden ser eternos, y no hay mayor acto político (y humano) que la búsqueda de la felicidad. 

[/et_pb_text][/et_pb_column] [/et_pb_row] [/et_pb_section]

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter