{"id":27203,"date":"2019-04-25T15:00:35","date_gmt":"2019-04-25T18:00:35","guid":{"rendered":"http:\/\/www.perroblanco.net\/?p=27203"},"modified":"2019-07-01T16:58:05","modified_gmt":"2019-07-01T19:58:05","slug":"bafici-2019-diario-de-festival-10","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.perroblanco.net\/bafici-2019-diario-de-festival-10\/","title":{"rendered":"Bafici 2019 – Diario de festival (10)"},"content":{"rendered":"\n
\u201cLos chicos est\u00e1n bien\u201d\ufeff<\/strong> Cualquiera que haya ido al festival lo sabe. Cada a\u00f1o, el Bafici trastoca la rutina de todos los d\u00edas y el tiempo adquiere otra textura: las horas se miden en duraciones de pel\u00edculas, se come (cuando se puede) entre funciones, se duerme poco y mal y hay encuentros con amigos en cualquier momento. En mi caso, por alguna especie de maldici\u00f3n o de coincidencia (maldita, en todo caso), el Bafici se solap\u00f3 con internaciones y operaciones de mis padres, casi ninguna de ellas programada. Despu\u00e9s de cuatro o cinco ediciones as\u00ed, mi experiencia del festival se mezcla con la de los cuidados de la enfermedad: la visi\u00f3n de las pel\u00edculas queda sujeta a los horarios de visita, el cronograma de funciones se vuelve altamente falible, se escribe a hurtadillas y de manera entrecortada (por ejemplo, cuando la persona a cuidar descansa). Para confirmar el historial de coincidencias, este a\u00f1o mi viejo se tuvo que internar a pocos d\u00edas de empezado el festival. Le detectaron un problema y hab\u00eda que operarlo: la cosa no era grave, pero todo se extendi\u00f3 de un par de d\u00edas a una semana. Al igual que otras veces, el Bafici se me redujo notablemente. <\/p>\n\n\n\n
Por Diego Mat\u00e9<\/strong>
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