Nace una estrella
Quizás no se trate de una simple casualidad que Bradley Cooper haya elegido para su debut en la dirección un proyecto que antes había sido considerado por Clint Eastwood, quien lo había dirigido en Francotirador. La puesta en escena de su versión de Nace una estrella se construye casi como una declaración de principios, una reivindicación del clasicismo y la necesidad –en tiempos marcados por el cinismo- de rescatar historias transitadas numerosas veces, en pos de hallar los elementos que las hacen actuales.