Rebel Moon – Parte II: la guerrera que deja marcas

Por Sergio Monsalve

Rebel Moon – Part Two: The Scargiver
EE.UU., 2024, 122′ 
Dirigida por Zack Snyder
Con Sofia Boutella, Djimon Hounsou, Ed Skrein, Michiel Huisman, Bae Doona, Ray Fisher, Anthony Hopkins, Staz Nair, Fra Fee, Cleopatra Coleman, Stuart Martin, Ingvar Sigurdsson, Alfonso Herrera, Cary Elwes, Rhian Rees, Sky Yang, Stella Grace Fitzgerald

Plástico

“Rebel Moon 2” no hace falta. Con la primera fue suficiente para entender que Zack Snyder no atraviesa por su mejor momento y que le conviene un retiro o pasar a otro proyecto, con menos pedantería creativa. 

Empero, el comienzo de la secuela engaña un poco. El grupo de “Avengers”, en plan de “7 Samurais”, espera pacientemente en su establo, para defender el territorio y cuidar la siembra de trigo. 

Nada es original o diferente a lo que hayamos visto, mejor cerrado y creado, en westerns de la talla de “Río Bravo”. 

Pero el reposo le sienta bien a la historia, por segundos. El realizador amaga con contener su manía de generar un efecto poético con el abuso del ralentí, a lo Terrence Malick.  

La cámara cuenta, se establece y evoca la funcionalidad que le resultó al primer George Lucas en “New Hope”, película a la que se pretende tributar desde el desaguisado anterior de Netflix. 

El intro plantea los derroteros que tomará la narración: indagar en el pasado de cada personaje mediante flash backs, restituir la amenaza del imperio que desea conquistar el oeste protegido por los rebeldes. 

Así de simple es el libreto replicante, que demuestra que cierta huelga contra la AI fue en vano, pues los autores del texto se complacen con reproducir un disparate, mil veces esbozado y deconstruido por la ciencia ficción. 

De modo que “Rebel Moon 2” ejemplifica la pereza literaria que se ha instalado por los predios de la compañía de la N grandota. 

Por igual, los tres redactores creen dotar de profundidad a la protagonista, al inventarle un origen trillado de hija disidente de una aristocracia decadente. 

Por tanto, Kora sufre del complejo edípico que aquejó a Luke en “Imperio Contraataca”, el referente que también se plagia, a modo de presunto homenaje. Lucas debe reír en su rancho, porque jamás lo copiaron tan mal. 

Como Snyder no es Mel Brooks o Howard Hawks, el argumento se olvida de echar mano del humor negro, para atemperar el tamaño del despropósito. 

Al contrario, el director redobla la apuesta con todo: con los ralentis, con las explicaciones de manual para los caracteres, con las batallas predecibles y las acciones rimbombantes, a cámara lenta. 

Pero el truco, en Snyder, carece del impacto de otrora, cuando llegó a su pico en delirios como “300”, “Watchmen” y “Sucker Punch”. 

El tiempo no pasa en vano. 

La estética de Snyder dejó de ser un código de una generación de relevo en Hollywood, de nuevos aires en la meca, de reinvención del mainstream, absorbiendo la mina de los independientes. Básicamente, dejó de ser cool. 

Por ende, “Rebel Moon 2” extiende el naufragio de la marca Snyder en la industria. Una lástima, porque les habla uno de sus múltiples defensores en la web. 

Me cansé de alabarlo en cuanto foro, ensayo y artículo pude publicar. Pero hasta aquí llegué con Snyder. Considero que se ahogó en una estafa de serie, que ni siquiera tuvo que vez luz. 

Sin embargo, Netflix paga a ciegas, sin ofrecer resistencia, porque los nombres venden y garantizan suscriptores. Es una economía, un sistema raro que parece explotar la agonía de los cineastas, exponiéndolos a remedar su arte, para sobrevivir. 

Al menos “Rebel Moon 2” brinda trabajo al desenfoque de Snyder. Esperemos que después del fiasco de la trilogía, lea las críticas negativas y reformule sus ideas. Tiene capacidad y contexto para regresar en el futuro. 

Pero hoy es una imitación de sí mismo, sin gracia y adaptado a la censura de la corrección política. 

En el fondo, la película quiere ser estímulo de la lucha contra el fascismo de hoy en día. Tema válido. El problema reside en que la rebeldía se plastifica y desfigura, en pos de apaciguar a las grandes masas, perdiendo fuelle. 

Curioso destino de la rebeldía como consumo, que ha sido neutralizada como programa de la inteligencia artificial. 

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter