Acusada
Seré más claro: estamos frente a una película que aparenta ser una policial y una película de juicio. Más aún, aparenta por momentos a que uno piense que esto puede llegar a ser un whodunit y que las cosas que vemos puedan conducir a pistas que nos lleven a una verdad determinada. Sin embargo Acusada no pasa por allí. Su juego es, digamos, similar al de dos grandes películas del SXXI: Memorias de un asesino de Bong-Joon Ho y Zodíaco de David Fincher, policiales que van dando cuenta que sus resoluciones son mucho menos importantes que la necesidad de mantener su misterio, y en donde la exposición de una pista se antepone en importancia a la necesidad de saber si conducirá hacia alguna parte. En las tres películas además parece haber un interés que excede la cuestión del caso, como si al director en verdad le terminara importando ya no sólo su resolución sino que está usando el crimen en cuestión para hablar de algo que le interese mucho más.