El reino de la corrupción
Planteada la situación, la película se desarrolla como una ficción de género político, hibridada con el cine criminal, donde el partido aparece como una suerte de pandilla gangsteril de guante blanco. Es ese el motivo que justifica que esté narrada empleando acertadamente los recursos narrativos y formales del thriller para dar cuenta del encierro y la situación límite en la que se encuentra el protagonista. A partir de entonces asistimos al descenso al abismo en caída libre de Manuel, al ritmo de tensión frenética, marcada por la banda sonora de compás electrónico y por los planos en espacios cada vez más claustrofóbicos y oscuros que dan cuenta de la atmósfera paranoica en la que el protagonista se va sumiendo.