#Polémica: Shadow in the cloud
La alegría que proporciona la película de Roseanne Liang no se sustenta solo en el espíritu de recuperar a las llamadas “Chicas Cameron” (las heroínas feministas de James Cameron), sino que, en alguna medida, permite continuar el legado del feminismo humanista (no el misándrico que circula mucho en el mainstream actual, en donde cualquier hombre es un potencial peligro para una mujer) de las décadas previas. Pero además es una gran película que no hace de su heroína y sus capacidades -intelectuales, físicas, emocionales- un panegírico contra los hombres, sino que los utiliza como herramienta narrativa para narrar un cuento moral sobre la construcción de una identidad sobre el miedo.