Halston

Halston

El resultado de la serie, al menos a primera vista, no parece ser particularmente logrado. Ojo: no es una serie amarillista, como llegué a sospechar en algún momento. Más bien me animaría a decir que la atraviesa un pudor humanista que cuida al personaje, incluso en su debacle personal más pronunciada. En todo caso la sensación de media cocción deviene de otra clase de cosas. Quizás porque lo que se nos promete es un universo casi scorseseano, con el grupo de rigor, con la montaña rusa del ascenso (incluso hasta bien podríamos hablar de la estructura de una película de gángsters detrás de todo esto) y la caída. Pero en rigor de verdad la emoción no llega casi nunca. Y la épica del ascenso y la caída están amortiguadas por el mencionado pudor que dije antes.

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