El Exorcista: Creyentes
Green sabe que está frente a un canon y no intenta revertir esa asimetría. No intenta competir. Al igual que el procedimiento elegido en Halloween Ends, lo que realiza es un desplazamiento de eje. En aquella DGG propone volver antes a sus comienzos con el cine independiente que a una franquicia slasher desgastada, que también sufrió el hecho de tener secuelas que buscaron acercarse a lo hecho por John Carpenter a partir de simulaciones berretas. Había que pensar una alternativa, narrar desde otro lugar. Obviamente esto no fue bien visto por la horda de fans de terror. En El exorcista: Creyentes Green opera de manera similar.