Polémica: La primera profecía
La Primera Profecía empieza muy bien en todos sus frentes. Durante la primera de sus dos horas la directora debutante Arkasha Stevenson construye un relato imitando al cine de terror de los setenta, de manera clara y patente. No solo como referencia, sino también utilizando estética, ritmo y mecanismo del cine de aquellos años, en lo que conduce más a una apropiación antes que a un ejercicio de estilo