Alemania, 2019, 92′
Dirigida por Patrick Vollrath
Con Joseph Gordon-Levitt, Aylin Tezel, Max Schimmelpfennig, Aurélie Thépaut, Christian Skibinski, Denis Schmidt, Nino Porzio, Omid Memar, Carlo Kitzlinger, Anna Suk, Hicham Sebiai, Cornel Nussbaum, Passar Hariky, Christoph Wielinger, Paul Wollin
Sin respuestas
En la recién estrenada Project Power, Joseph Gordon Levitt desliza una satírica imitación del arquetipo justiciero de Clint Eastwood en los setenta, con sus dientes apretados y frases lapidarias. La mímesis y el homenaje, de una cinefilia menos boba que consciente de la grandeza de una tradición, ha sido constante en el devenir de la carrera del actor, cuya cara de palo parece ideal para encarar papeles rudos de vigilante de las calles, de las ciudades del pánico, del cielo nublado.
Acostumbrados a buscar conexiones latentes en las filmografías de los autores, solemos olvidar que las estrellas deparan un canon, un recorrido analítico que conviene estudiar con el rigor de un Imanol Zumalde.
Por tanto, el semblante de póker fue un as bajo la manga que Gordon Lewitt reservó para The Dark Knight Rises, Inception, Hesher y la consagratoria Looper, filme en el que se daba el gusto y el lujo de replicar a Bruce Willis, otro coloso de la acción física de una era ensombrecida por la corrección política y la cultura de la cancelación, ya bien desmontadas en la revista Perro Blanco.
Frente a ello, el cantante y productor oriundo de Los Ángeles ha estrenado un largometraje de pura abstracción como su título 7500, que sintetiza una trayectoria, un oficio y un lugar enunciativo dentro de la industria. Los amigos han visto reminiscencias al naturalismo, la sangre fría y la sequedad expositiva de Sully, 15:17 Tren a París y Richard Jewell, en cuanto se narra la acción del hombre común ante las circunstancias de la pesadilla terrorista.
Anclada en el mundo posterior al once de septiembre, la película sobrevuela la odisea accidentada de Vuelo 93, fungiendo de resumen de la teoría de Samuel Huntington del choque de civilizaciones. Una opción problemática, con el progresismo actual, es la de evitar ofrecer explicaciones y lecciones consoladoras de populismo integrista, a la audiencia de la plataforma de Amazon, habituada a una dieta menos especulativa con el tiempo que los esclavos del algoritmo de Netflix y sus series sin fin.
Tomando palabras de Byung Chul Han, el eclipse de los rituales modernos condujo a la entronización de una hipercultura que no acepta el criterio de cierre, la noción de concluir, gratificando la prepotencia del espectador que domina el mando de la programación de las redes, los streamings y los bailes mecánicos de Tik Tok.
7500 traiciona todas las opciones anteriores, al describir precisamente la progresiva pérdida de control de un piloto, de una cabina, de un espacio audiovisual que no solo figura el miedo de occidente con el asunto islámico, sino que retrata el destino de nuestra vida encapsulada, a merced de un ataque viral violento, como el de unos reclutas musulmanes adiestrados para secuestrar, matar y estrellar el avión en el que transcurre la historia.
A la esquinada construcción dramática contribuye el diestro manejo de un director alemán, Patrick Vollrath, de apenas 35 años y un futuro prometedor por delante, al eludir la venta de humo de sus colegas y dedicarse a navegar por los aires turbulentos de la nueva escuela de Berlín, amén de su realismo vertiginoso y pesimista. Se habla de la muerte de la globalización. Todo con imágenes y personajes en vez de discursos y reflexiones forzadas.
Ocurren un par de piruetas imprecisas de guion, algunos bachecitos argumentales y ciertas situaciones previsibles. Así y todo, 7500 es un Impresionante debut, que habilita la consideración de ser una de las óperas primas de 2020 (aunque filmada y terminada en 2019)
Va al hueso, plantea una discusión respecto a la objeción de conciencia y el mea culpa de un terrorista, propone preguntas antes que respuestas dogmáticas, desacraliza la vía de la complacencia mainstream, plasmando la tragedia de una civilización afectada por el contagio de la barbarie, la venganza ciega del califato.
