Secretos de un escándalo

Por Amilcar Boetto

May December
EE.UU., 2023, 113′
Dirigida por Todd Haynes.
Con Natalie Portman, Julianne Moore, Charles Melton, Cory Michael Smith, Elizabeth Yu, Gabriel Chung, Piper Curda, D.W. Moffet y Lawrence Arancio.

Quizás

El espejo.Hollywood, ahora, solo se filma a sí mismo. Al igual que el paradigma capitalista es celebrado y condenado en partes iguales, Hollywood construye película a película su condición enaltecedora y denigrante del ser humano. 

El otro. En Safe, Haynes había propuesto problematizar la enajenación que las formas del capitalismo tardío podían ejercer sobre los sujetos, en ese caso particular un ama de casa. En aquella película, Julianne Moore componía a un personaje enfermo “por el medio ambiente”. Se trataba de un personaje al que nadie podía terminar de comprender, ciertamente. Si en Safe Haynes ya ponía en escena la imposibilidad del acercamiento hacia otro, pero más específicamente hacia un otro enfermo (por una enfermedad producida por una fuente intangible), en May December incorpora dos cosas a esta tensión inherente a nuestro sistema actual: los medios de comunicación en general y Hollywood como sistema en particular. 

Notes on a scandal. En May December, Elizabeth Berry (Natalie Portman) es una estrella con modales, políticamente correcta, que quiere conocer en  profundidad al monstruo creado por los medios, Mary Kay Letourneau . Elizabeth Berry es delicada y empática frente a Gracie Atherton-Yoo (Julianne Moore), pero a sus espaldas, va a visitar los lugares donde el escándalo (para dejarnos llevar por el título en español de la película) tuvo lugar. Frente a lo anterior, Haynes muestra representaciones televisivas del escándalo en cuestión. Se trata de representaciones sobreactuadas y amarillistas, a las que Berry, como sinécdoque discursiva del discurso público de Hollywood, responde insistiendo en querer componer un personaje humano. Doble fuerza y capacidad totalizadora:Hollywood como espectáculo y empatía, forma grandilocuente y actuación de método. Ante todo: enaltecimiento de la humanidad (y representación).

Un glitch en la matrix. Todo este camino que traza el personaje de Portman culmina con un plano en el que se mira al  espejo y actúa como si fuera Gracie / Mary. La composición está completa, el método internalizado, ahora queda simplemente ejecutarlo. Es ahí cuando el espectador nota el glitch, el punto donde el sistema falla por dentro: nota que la humanización es una manera políticamente correcta de denominar al monstruo. Esto se debe a que el interés de Elizabeth no es conocer al humano detrás del monstruo, sino, contrariamente, conocer al monstruo detrás del ama de casa aburrida. La televisión simplifica desde el desconocimiento y el prejuicio. Hollywood, en cambio, nos dice Haynes, busca confirmarlo desde un juicio más  elevado. Sin embargo, Gracie impone una respuesta: yo soy segura, asegúrate de mostrar eso. Portman la observa irse, estupefacta. En ese instante Haynes representa el límite de la industria: el monstruo no se deja ver o, muy probablemente, no exista. 

Develar. En una escena anterior, Georgie, el otro hijo de Gracie le cuenta a Elizabeth una teoría  psicológica del mal cometido por su madre. Le cuenta que su tío la violó de chica y eso la llevó a reproducir ese comportamiento. En esta escena final, entonces, Gracie le pide a Georgie las cosas repugnantes que cuenta. El relato de la película va cayendo de a poco sobre su propio peso, pero  esas frases finales de Gracie terminan de derrumbarlo. No solo la búsqueda se torna imposible, sino que el hecho mismo de buscar exponer al monstruo en el otro revela, por insistencia, al propio monstruo. Hollywood como sistema y Portman como individuo se vuelven más perversos que Gracie/Mary, la agresora sexual. Este intento de develamiento los devela a ellos mismos como parte de un sistema que piensa que el mal es fácil de rastrear, y con solo señalarlo y denunciarlo, es fácil alejarse/diferenciarse de él.  

El ojo del que mira. Haynes filma los espacios y personajes en planos generales y con luz natural, pero a ese registro le agrega una pequeña operación formal que rarifica todo. El zoom in que despliega en distintos momentos plantea una función más bien irónica en relación al problema de la representación del otro. Haynes no improvisa: quiere posicionar al espectador en el lugar incómodo de la normalizadora Elizabeth (Natalie Portman). Al componer la geografía de Savannah (el pueblo de Georgia donde sucede la acción) como un espacio realista, si, pero con un leve extrañamiento formal, hace chocar en la espacialidad lo que choca en el conflicto entre ambos personajes principales. Haynes escenifica la incomprensión de lo otro en su trabajo de cámara. Por eso es que la película logra ser tan inquietante incluso al mostrar, simplemente, a un personaje caminando por la calle. 

Enfermedad. Cuando termino de ver May December vuelvo a Safe, porque ambas están, como dijimos, unidas por un hilo invisible. El cine entendido como industria no solo participa, no sólo es cómplice de algunos acontecimientos, nos dice Haynes, sino que es uno de los grandes responsables de enfermar a los individuos. Por eso cuando May December termina pensamos en eso que Babylon quiso representar, incluso lo que Blonde o Pearl pusieron en escena. Y no podemos creer lo inocente que suena todo ante nuestros ojos.

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter