Edha
Edha, en este sentido, demuestra una obsesión manifiesta: “colocar” gente conocida, como si coleccionara figuritas costosas por el sólo hecho de que llamen la atención, de que llenen la pantalla. Así es como acá pueden convivir actores hiperconocidos con papeles menores, que aparecen apenas en un par de capítulos o que aparecen unos minutos para desaparecer después, como si este producto estuviera más obsesionado por mostrar que consiguió tal o cual estrella que en hacer algo con ese personaje en cuestión.