Liberami
Lo que en realidad muestra Liberami es la indefensión. No es otra cosa lo que vemos en los primeros planos del rostro grave de una adolescente mientras (no) escucha las quejas de su padre para con su conducta o en el plano cerrado de un joven entrando a una oscura discoteca para comprar cocaína y luego tomarse un par de pases en el descanso de una escalera o en el plano abierto de una mujer atravesando la empedrada calle desierta en medio de la bruma para dirigirse hacia algún lugar que desconocemos. Todas estas frágiles criaturas inmersas en un sistema social -por lo tanto familiar, por lo tanto individual- en el cual no tienen cabida han pasado por instancias tan disímiles como pueden serlo variopintos grupos de ayuda e instituciones de contención, psiquiatras y psicoanalistas, médicos holísticos y gurúes new age, procurando reconciliarse con sus afectos y con ellos mismos.