La chica en la telaraña
La chica en la telaraña se siente así, como un rejunte de escenas familiares y tropes que esperan traducir el aire de familiaridad en venta de entradas. No por esto la película es necesariamente mala; de hecho, cumple bastante con su propósito de volver a presentar al personaje y de entretener pochoclo en mano, añadiendo más acción a esa matriz nórdica de ambientes glaciales y personajes amenazantes de un submundo violento.