La Chica En La Telaraña
|

La chica en la telaraña

La chica en la telaraña se siente así, como un rejunte de escenas familiares y tropes que esperan traducir el aire de familiaridad en venta de entradas. No por esto la película es necesariamente mala; de hecho, cumple bastante con su propósito de volver a presentar al personaje y de entretener pochoclo en mano, añadiendo más acción a esa matriz nórdica de ambientes glaciales y personajes amenazantes de un submundo violento. 

Bird Box
|

Bird Box

Birdbox comienza bien arriba, con una amenaza feroz de una madre (o eso es lo que creemos) a sus hijos, una amenaza que indica que de no cumplirse ciertas condiciones, los niños podrían perder la vida. Ese inicio, que es climático, también resulta una extorsión, como lo es la estructura oscilante de la película entre dos tiempos: el presente de los hechos en pleno post-apocalisis y el pasado, cinco años atrás, con los hechos desarrollándose por primera vez. Decimos que es una extorsión porque de no ser por ese dato inicial jamás podríamos empatizar con el personaje que interpreta Bullock, que indica una construcción inverosimil, apelando a la historia previa de personajes de la actriz que a este en particular. Ese hecho no tendría que ser malo per se, claro.

La Cama
| |

La Cama

En alguna medida, allí puede verse el gran problema de La Cama: su insistencia en remarcarnos el clima de tristeza que estamos viendo; no sólo en las situaciones que atraviesa esa pareja en crisis (de la que no puede encontrarse ni un solo momento de humor, ni un solo momento cotidiano en el que encuentren un poco de paz), sino también en la necesidad de construir un escenario que necesite todo el tiempo estar remarcando la decadencia. No ayuda en este sentido una decisión de Lairana, y es hacer transcurrir prácticamente toda la película en interiores.

Fin del Contenido

Fin del Contenido