Unbelievable
Ya de por si, el nombre que da el título a la serie en cuestión (cuya mejor traducción sería Imposible de creer (aunque no sería un nombre muy ganchero que digamos)) parte de ese problema de escucha. El punto clave, entonces, es encontrar una localización espacio-temporal para ese problema. Curioso resulta esto: la mayoría de los productos audiovisuales que tratan problemas de este tipo se sienten más cómodos situándonos en el presente, como si la experiencia fuera universal, transferible y ubicua en cualquier tiempo y espacio. Y la realidad es que la experiencia, nos guste o no, sucede en un marco histórico.