Zombieland: Tiro de gracia
La pregunta, por lo tanto, es si una secuela que se hace una década después, como Zombieland: Tiro de gracia, termina siendo también una hija de su tiempo o es una anomalía para la época que le toca existir. Y yo creo que se impone la segunda posibilidad. En un año en el que se siguen haciendo reescrituras y relecturas del pasado, que exista una película que se plantee a contrapelo de las tendencias, que no pretenda hacer una excursión retro por el museo de la cultura popular del siglo XX, que todavía tenga algún interés por los estereotipos (y por como estos componen personajes), es más que bienvenido