Festival Han Cine 2020: Picnic al mediodía & El lector de rostros
Es curioso cómo en un país con una industria cinematográfica fuerte, hay un cierto conocimiento técnico que termina por permear hasta las capas más independientes de su cine. Picnic al mediodía es claramente una película indie. Es más, es una película indie en episodios, formato por demás maravilloso que ha caído completamente en desuso y que hoy no podría explicarse más que por determinadas reglas del juego (independiente) o por lisas y llanas limitaciones de presupuesto, que hacen que tres proyectos chiquitos puedan llegar por lo menos al largo y circular un poco más.En el otro extremo del espectro industrial se encuentra El lector de rostros, de 2013, con el siempre enorme Song Kang-ho. Si algo caracteriza a este drama de época (como a todo buen drama de disfraces, espadas y sombreritos) es la suntuosidad: el presupuesto desborda en cada plano, casi podemos sentir en la punta de los dedos las sedas que flotan en cámara lenta a grupa de caballos preciosos. Había plata y había que mostrarla y había que mostrar, además, la dignidad del reino. Todo es enorme, hecho para que se vea enorme, no en los detalles (como haría el sabio Im Kwon-taek) sino en los planos generales preciosistas.