The Stunt Man (Richard Rush, 1980)
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The stunt man (Richard Rush, 1980)

Antecedente de maravillas como El último gran héroe y consecuente de muchas de las expresiones en las que el cine se come su propia cola para poder volver sobre si hasta confundir sus límites (incluso tiene enormes puntos de contacto con el cine de Andrej Zulawski, en particular con La mujer pública, apenas unos años posterior y con otro tono), lo hermoso de The stunt man es su absoluta libertad para moverse por los límites de la reflexividad y de la narrativa sin que nada de esto lesione su capacidad de avanzar. Porque, seamos sinceros, la reflexividad en el cine supo venir cargada de solemnidad y una mirada mortuoria (hola JLG!), aunque no deberíamos ser injustos: la comedia supo sacarnos de ese camino sin salida.

One Night In Miami…
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One Night in Miami…

One Night in Miami… se inscribe, de hecho, en varias corrientes genéricas aludidas por Federico Karstulovich en su Podcast dedicado al tema: el revisionismo multicultural de un formato(en este caso del drama coral de cámara), la proyección global a través de una plataforma grandota y hegemónica(Amazon Prime), y la capitalización del mercado de cintas de un presupuesto medio, impulsadas por las condiciones económicas de la adversidad del confinamiento.

Buitres, La Cara Salvaje Del Capitalismo
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Buitres, la cara salvaje del capitalismo

Buitres, la cara salvaje del capitalismo construye un relato simplificado, impreciso, maniqueo, en donde la lógica de la circulación del capital forma parte de una danza paranoica de poderes concentrados antes que de agachadas y continuidades que atraviesan distintos gobiernos, incluso el que el documental defiende a partir de aquellos a los que les concede la voz argumentativa.

Saint Maud
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Saint Maud

No hay nada nuevo. No existe la novedad. No hay manera de invocarla sin estar pergeñando una estafa de raíz. Pedirle a Saint Maud que no se comporte como todos y cada uno de los exponentes del cine de personajes que asumen un camino de santidad, con todas y cada una de las estaciones del calvario de una pasión con horizonte de crucifixión, sería absurdo. No obstante seguimos, porque la película de Rose Glass no carece de ideas visuales. Tampoco le sobran, pero las que tiene permiten que podamos avanzar sobre el camino de lugares comunes que nos resultarían insoportables en cualquier otro contexto.

Fin del Contenido

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