Matilda: El Musical
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Matilda: El musical

Matilda: El musical no es solamente un compendio de males y ausencias de carácter técnico (existe una infinidad de películas técnicamente deplorables pero extraordinarias). En este caso el director, para colmo de males, administra mal sus presuntas influencias. Si Moulin Rougue (Baz Lurhman, 2001) hacía particular énfasis en el gesto de modernizar el género -y se pasaba por el traste todas las convenciones preexistentes, entregando una obra nueva, viva y vibrante-, en este caso todo se presume renovador pero se percibe viejo, televisivo…y muy inglés.

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