Rescate Imposible
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Rescate imposible

Cuando vemos los primeros minutos de Rescate imposible nos convoca una corriente de innegable simpatía. A los que rondamos los cuarenta o los superamos, nos sentimos, cómo decirlo, como de visita por la casa de los padres. Hay algo de la infancia ahí, que no es para todos, porque no pretende ser cool o estilizado. Tampoco pretende dialogar con el presente y sus agendas, sino que vuela libre, hacia el pasado no pisado.

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