Guardianes de la Galaxia Vol 3

Por Varios Autores

Guardians of the Galaxy Vol. 3
EE.UU., 2023, 150′
Dirigida por James Gunn
Con Chris Pratt, Zoe Saldana, Dave Bautista, Karen Gillan, Pom Klementieff, Will Poulter, Chukwudi Iwuji, Sean Gunn, Elizabeth Debicki, Sylvester Stallone, Daniela Melchior, Maria Bakalova, Michael Rosenbaum, Bradley Cooper, Vin Diesel

Una nueva hora comienza

Marcos Ojea: sin ánimo de exagerar, es probable que Guardianes de la Galaxia Vol. 3 sea la mejor película de Marvel desde… ¿Thor Ragnarok? Si bien después de la tercera parte del Dios del Trueno vinieron Infinity War y Endgame, funcionaron más como eventos que como películas delimitadas y autónomas. Lo mismo pasó con Spiderman No Way Home, cuyo impacto se fue desdibujando muy rápido. Claro que hablar de autonomía en el MCU, a esta altura, no tiene mucho sentido, porque todo está esforzadamente conectado. Pero producciones como la primera Guardianes de la Galaxia, o la mencionada Thor Ragnarok, fueron capaces de delinear un universo propio dentro de un universo mayor. Ahí es cuando podemos empezar a hablar de directores y actores que hacen la diferencia. Taika Waititi en el caso de las aventuras del asgardiano, y James Gunn acá; un tipo que entiende y trabaja tanto la aventura como la comedia, y que es capaz de dotar de un fondo emocional palpable a sus personajes. Si pensamos en Eternals y la ponemos al lado de GDLG Vol. 3, las diferencias son abismales.

Rodrigo Martín Seijas: creo que no exageras en lo más mínimo. Yo creo que Spider-Man: sin regreso a casa se sostiene como película-evento e historia autónoma a la vez, pero lo que logra aquí James Gunn es superior, porque construye un gran relato coral que está repleto de emociones. Guardianes de la Galaxia Vol.3 es muy divertida, una gran comedia de aventuras, pero también un drama con componentes trágicos muy fuertes. Todo lo que pasa en la última media hora te deja con un nudo en la garganta, pero no es algo repentino o un conjunto de golpes bajos: hay un grupo de personajes que son claramente imperfectos y, a la vez, sumamente queribles. Es llamativo cómo la misión de rescate y salvación de Rocket se convierte en un trampolín perfecto para explorar las capas de los protagonistas y sus historias de pérdidas, miedos, arrepentimientos, pero también aprendizajes, amistades o, lisa y llanamente, amor. Ayer leí un posteo de Gunn donde afirmaba que él inicialmente pensó a la primera parte de Guardianes de la Galaxia como su propia versión de Star Wars, y había mucho de eso. Pero creo que acá concretó algo muy parecido a ET. Es quizás su película más spielbergiana, y lo mismo cuenta para Marvel en general, que acá recupera una humanidad que amenazaba con perderse. Y claro, si comparamos a esta tercera parte con Eternals o Pantera Negra: Wakanda por siempre (por sumar otro ejemplo) la diferencia es casi infinita.

MO.: Es cierto lo que decís sobre las líneas que se abren a partir de la misión para salvar a Rocket. Los créditos iniciales, con Creep de Radiohead de fondo, son notables y parecen anunciar que las cosas se van a poner decididamente dramáticas. Pero ese componente trágico se va construyendo de manera paulatina, intercalando los flashbacks sobre el origen de Rocket con la aventura y el humor del presente, también cargadas de emotividad. Lo que en principio parece una premisa sencilla pronto va revelando capas de complejidad con respecto al fondo de cada uno de los personajes. Y casi sin que nos demos cuenta, del mismo modo que vemos emerger a Rocket como el héroe que ya sabíamos que era, se va delineando ante nosotros un villano como hacía mucho que Marvel no presentaba. En este sentido, el trabajo de guión es formidable, y solo posible de la mano de un tipo como James Gunn, que quiere y nos hace querer a sus personajes. Como aquellos míticos Luke, Han, Leia, Chewie, etc, estos Guardianes son personajes fuera del tiempo, liberados de cualquier agenda, hechos para y por la aventura genuina y con corazón.

RMS.: muy de acuerdo con lo que decís: hay una construcción del relato trágico que es progresiva, con cuidado por lo que se está contando, sin golpes bajos, por más que las situaciones que se presentan podrían conducir perfectamente a eso. Pienso en lo que habría hecho un tipo como Iñárritu con una estructura así y me da náuseas. Pero Gunn quiere a sus personajes, no los considera vehículos para decir cosas sobre el mundo, y por eso también es que les puede dar una autonomía casi inédita para los parámetros de Marvel. Y lo del villano es muy bienvenido, porque es una cuenta pendiente que atraviesa toda la historia del MCU: es un tipo al que odias con ganas y que realmente querés que tenga su castigo. En eso el mérito es doble: hay una construcción individual muy precisa, sobre un tipo que es capaz de cualquier cosa para lograr su distopía de un mundo perfecto que se parece mucho a la Alemania nazi (y que sea un negro le agrega una capa extra de complejidad a su racismo); pero también el odio que genera es porque no podemos más que emocionarnos con el sufrimiento y la pérdida que carga Rocket por las acciones de ese antagonista. Igual, aún sin la lectura política, estos Guardianes son, efectivamente, personajes atemporales, gente con la que nos podemos identificar sin dificultad, porque encarnan la aventura como crecimiento y construcción identitaria.

MO: creo que en el mismo lugar en donde leíste lo de Gunn, también dice que lo que pretende con sus Guardianes es que los espectadores sientan lo mismo que sintió él cuando vio Star Wars. Más allá del peso histórico de la creación de George Lucas, es posible atisbar esa sensación con esta película. Después de Endgame, Marvel entró en una espiral descendente de la que parece no poder salir. Incluso Thor, un personaje con un crecimiento enorme dentro del MCU, y capaz también de generar la autonomía que venimos mencionando, queda preso en algunos aspectos de la corrección del presente. De la línea que tanto Disney como Marvel parecen desesperados por bajar, a costa de iconos e historias. La primera Guardianes de la Galaxia significó un salto hacia otro lugar, una esperanza. Ese componente spilberguiano atravesado por padres ausentes y familias que se conforman al calor de las más grandes aventuras galácticas. Conociendo los problemas entre Marvel y James Gunn, y con este a cargo del nuevo universo DC (otra esperanza), esta tercera Guardianes de la Galaxia deja también una sensación de final. De “lo último realmente bueno” que vamos a ver de Marvel en un buen tiempo. Ojalá me equivoque, pero si llegamos hasta acá, estoy conforme. Rocket y sus amigos (los de antes y los de ahora) ya echaron raíces en los espectadores.

RMS: tu planteo es sumamente melancólico, pero no puedo estar más de acuerdo. Si desde un punto de narrativo, Avengers: Endgame cerró una etapa para Marvel, a partir de la salida de personajes importantes como Capitán América, Black Widow y Iron Man, creo que con Guardianes de la Galaxia Vol.3 hay un cierre sentimental, o más bien, de sensibilidades. A partir de ahora, veo difícil que Marvel pueda presentar personajes tan humanos, que generen tanta empatía y conexión a partir de los que les sucede. Seguramente Rocket, Star Lord y todos los demás vuelvan a aparecer por diferentes vías, pero dudo que con la misma incidencia, más aún a partir de la salida de Gunn. Igual el recuerdo de los mejores tiempos persistirá. Y, quizás, la entrada definitiva del cineasta en DC abra nuevas (y enriquecedoras) posibilidades en ese mundo.

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