Muerte en el Nilo

Por Amilcar Boetto

Death on the Nile
EE.UU., 2022, 127′
Dirigida por Kenneth Branagh
Con Kenneth BranaghGal GadotLetitia WrightArmie HammerAnnette BeningAli FazalSophie OkonedoTom BatemanEmma MackeyDawn FrenchRose LeslieJennifer SaundersRussell BrandNikkita Chadha

La lógica del amor

El problema principal con el que se tiene que enfrentar el detective Hercule Poirot es, digamos, la lógica del amor. Debe investigar la relación de su amigo Bouc con su nueva novia Rosalie, por petición de la madre de Bouc, eso lo lleva a investigar una serie de homicidios que parecieran tener como factor común una trama de pasiones ocultas que se van cobrando vidas (la relación de los recién casados, la despechada Jackie, el amor oculto del primo, el médico ex amante, la relación lésbica no confesada entre la madrina de la primer asesinada y su criada, obviamente la relación de Bouc y Rosalie, y el interés del propio Poirot por Salome). Rosalie, tras el asesinato de Bouc, le dice a Poirot que su amigo siempre deseó que él pueda encontrar un amor como el que Rosalie y Bouc tenían. Al principio de la película, en una suerte de prólogo en blanco y negro, vemos que Poirot si conoció el amor, durante la primera guerra mundial, pero ese amor no duró y las heridas (físicas y mentales) que dejó en Poirot le impidieron volver a amar, por lo que la (i)lógica del amor escapa a partir de allí del aparato ultra racional del detective.

Kenneth Branagh se toma su tiempo para inducirnos en la escena del crimen (el primer asesinato sucede más o menos a la hora de película, antes de eso es una suerte de policial potencial o un policial sin crimen –la sospecha de que algo está por ocurrir es una constante durante la excursión por el templo de Ramsés, o en el paseo en barco-), a conciencia de que para que entendamos la lógica del crimen por venir, tenemos que conocer una larga fila de personajes con la suficiente cantidad de profundidad como para que sospechemos de todos (el gran truco narrativo de la película –es bien sabido- pasa por ese lugar: pensar que cualquiera puede haber sido). Para esto, por ejemplo, muestra una larga secuencia de baile entre Jackie y Simon (los prometidos que rompen su compromiso) continuada por otra secuencia de baile, pero esta vez entre Simon y Linnet (los futuros esposos). La película, entonces, pareciera estar construyendo un melodrama bastante desgarrador sobre las injusticias del amor, cuando en realidad está engendrando un crimen. En este sentido, la actuación de Gal Gadot es tan chata en comparación a la de Emma Mackey que es difícil de explicar porque Simon decidiría que Linnet le atrae tanto como para romper su compromiso con Jackie. A ver: mientras en el baile entre Jackie y Simon había sensualidad, roces de piel, una mirada muy potente y una muy buena performance corporal por parte de Mackey, en el baile entre Simon y Linnet lo que hay es más bien una cara inamovible con una única intención: parecer seductora. Y esta falta de riesgo actoral termina afectando a la verosimilitud de la primera pparte de la película, del comienzo del melodrama. 

Sin embargo, lo que uno va descubriendo a lo largo que la película avanza es que lo chato no es simplemente la actuación de Gal Gadot o la introducción del melodrama, sino la idea general que la película tiene sobre el amor. La narración tiene que plantearse ese problema porque la trama policial por sí sola, como un juego de piezas, pareciera no alcanzarle y en cambio tiene que transitar una profundidad emocional que esta sostenida por “la lógica del amor”. Pero esa lógica que la narración termina planteándose no es más que un conjunto de lugares comunes sobre lo que el amor es, o genera en las personas. El problema, en gran parte, radica en que el amor es mostrado como una generalidad y casi no se explica ninguna particularidad, ninguna de las varias relaciones más arriba mencionadas se explora mucho, solo lo suficiente como para entender el posible rol que van a tener en la trama policial. Quizás, a excepción de esa escena de baile, no hay ningún otro gran momento de expresión afectiva, y quizás ese sea el motivo por el que la visión de la lógica del amor de la película se sienta tan estereotipada (el amor mata, por el amor se hace lo que sea, el amor es irremplazable, de hecho la idea de millonarios en una zona exótica como el Nilo buscando romance o algo que los haga vivir también es un estereotipo con el que la película no hace mucho).

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