Djam: una joven con espíritu libre

Por Hernán Schell

Djam: Una joven con espíritu libre (Djam)
Francia, 2017, 97′
Dirigida por Tony Gatlif
Con Daphne Patakia, Simon Abkarian, Maryne Cayon, Kimon Kouris, Solon Lekkas, Yanis Bostantzoglou, Eleftheria Komi.

Sin bombacha, sin sutilezas y (casi) sin cine

Por Hernán Schell

Tony Gatlif dirigió alguna vez la muy recomendable El Extranjero Loco. Pero en este caso el nombre de su nueva película lo da una chica griega llamada Djam, quien comienza la película cantando y bailando atrás de una reja. La chica (interpretada por Daphne Patakia) es muy bonita y carismática (de paso, viste un vestido corto) y en un momento de su coreografía levanta la pierna para dejar al descubierto que no lleva ropa interior. El comienzo, que parece salido de una película erótica de Tinto Brass, y en alguna medida podría anticipar que lo que habrá en esta película vendrá asociado al sexo. Pero no, la Djam en cuestión no tendrá sexo con nadie. A lo sumo amagará en algún momento con prostituirse con un taxista porque no tiene plata para pagarle y en otro parece querer acostarse con una chica a la que tiene como compañera de viaje.

Djam

En vez de eso Djam paseará por Europa, se hará de una amiga, y verá las diferentes penurias económicas que dejó la crisis europea en diferentes países. Así que habrá marginales, personas que perdieron todo por accionar de los bancos, y un pobre señor con impulsos suicidas. Todo mostrado con bastante trazo grueso, con discursos obvios sobre los males del capitalismo y sobre el horror de estar de un día para el otro en la calle.

¿Y qué hay con que la chica esté sin bombacha y con minifaldas? Probablemente, imagino yo, tendrá que ver con la idea de la película de mostrar la libertad y celebración del cuerpo. Pero el problema es que el cuerpo que elige Gatlif es demasiado bonito, demasiado beneficiado por la genética y uno sospecha, también, trabajado por un gimnasio y no por el trajinar de la búsqueda de trabajo. Cuando uno la ve a la protagonista haciendo un desnudo frontal no está pensando en lo libre que es, sino lisa y llanamente en lo sexy que es y en lo provocativa que está siendo (para decirlo con un bonito eufemismo). Que en uno de los momentos más ridículos de la película ella se ponga a orinar la tumba de uno de sus abuelos porque él “odiaba la libertad” no suena tanto a manifiesto como -de nuevo- a alguna película del mencionado Tinto Brass en el que una chica se pone a orinar en cámara para mostrar algún fetiche sexual poco convencional.

Djam Una Joven De Espíritu Libre

Es verdad que en medio de esto también hay momentos musicales, todos cantados por la mencionada Djam, momentos que tienen la originalidad de surgir en situaciones inesperadas. Pero el problema es que la música ya resulta bastante básica para ese entonces y las coreografías, igualmente simples, consisten apenas en tomarla a la joven en plano general y/o en planos detalles que muestran su panza lisa de abdominales diarios contorneándose de un lado al otro.

Es verdad que hacia el final de toda esta película generalmente fallida hay una decisión feliz: se trata del momento en el cual Gatlif toma a Djam en un plano medio mientras mira amenazante a tres representantes del banco que están desvalijando su casa. Uno ve un plano de la reacción intimidada de estas tres personas sin entender bien el motivo por el cual podrían a llegar a verse asustados de una chica. Minutos después, Gatlif descubrirá un plano general que muestra que Djam se encontraba armada con una escopeta. La idea visual no es gran cosa, pero en medio de la mediocridad general de esta película, una escena así se agradece.

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