Hypnotic
EE.UU. – Reino Unido – Canadá, 2023, 93′
Dirigida por Robert Rodriguez
Con Ben Affleck, Alice Braga, JD Pardo, Dayo Okeniyi, Jeff Fahey, Jackie Earle Haley, William Fichtner, Zane Holtz, Ruben Javier Caballero, Kelly Frye, Sandy Avila, Ryan Ryusaki, Hala Finley, Ionie Olivia Nieves
La construcción destructiva de una obra
Cuando lo berreta gana terreno es cuando Robert Rodríguez se siente más cómodo. Entre la basura, entre los restos descompuestos de un cine “mayor”, RR se hace grandote. El problema es que no siempre encuentra esos materiales. Y a veces el forzamiento hace que aparezcan proyectos que no funcionan desde el costado trash ni desde un costado más “serio”. Esta suerte de director de la reescritura, acaso como su amigo Tarantino, cuando encuentra los elementos cinéticos y la superficialidad de las acciones antes que cualquier otra tentación psicologista (algo que afortunadamente nunca aparece en su cine, pero…)
En Hipnosis: Arma invisible el género para coquetear es el technoir de la sci-fi mezclada con el policial que incluye tragedias personales, corporaciones, paranoia y varias vueltas de tuerca un poco innecesarias, en rigor de verdad. En este sentido, sincerando la propuesta de su trama y de su narrativa, la película se va enroscando sobre sí de manera sorprendentemente engañosa, como si RR jugara a ser un director barato y falopa…simulando una narrativa vueltera y presuntuosa. El problema es que RR no es Don Siegel ni Larry Cohen ni Paul Verhoeven ni Shyamalan, que son directores que siempre supieron hacer de la clase B y de la percepción de la información en tramas rebuscadas un diferencial suficente como para que el cine triunfe sobre la ingeniería.
El problema es que en esta película RR se viste de Christopher Nolan (si, así como leen). Y eso trae aparejado una solemnidad y una pretenciosidad que no pertenecen a la casa, mas bien todo lo contrario. Rodríguez se está riendo de nosotros, de Nolan o de todos a la vez? Lo peor es que sencillamente creo que no se rie de nadie. Más bien parece estar padeciendo todo el asunto, aunque quizás ni siquiera tanto como Ben Affleck, que parece preguntarse en cada plano qué carajos está haciendo ahí.
