Todos aman a Jeanne

Por Amilcar Boetto

Tout le monde aime Jeanne
Francia, 2022, 95′
Dirigida por Céline Devaux
Con Blanche Gardin, Laurent Lafitte, Maxence Tual, Nuno Lopes, Marthe Keller

Incolora, inodora, insípida

Amor a mí. Comencemos por el principio. Todos aman a Jeanne, ya desde su título, propone una lectura inevitablemente irónica con respecto a la depresión de su protagonista, basada plenamente en el desencanto que ella siente hacia sí misma. A su vez podemos ubicar a la película de Céline Devaux como parte de una tradición  contemporánea de la comedia romántica en la que entrarían Bridesmaids y The King of Staten Island, por ejemplo, en particular porque se trata de películas en las que el amor parece más bien el motor para desarrollar una superación personal antes que una relación estrictamente sentimental. Quizás el gran contraste con la tradición de la rom com clásica heredada de la screwball comedy, es que lo que en aquella tradición se producía como desenmascaramiento, como liberación de un verdadero yo oculto del protagonista, en estas películas se da como redescubrimiento. Si lo pensamos bien, en las pasiones que el protagonista tuvo en el pasado (la pastelería en el caso  de Bridesmaids y el ambientalismo en el caso de Todos aman a Jeanne) pueden volver a aparecer con la forma de un interés romántico que le vuelve a hacer valorar su lugar en el mundo. 

Fuera de la lógica.“Todos te amaban en la secundaria”, le dice a la protagonista su interés romántico. Es así que entendemos la lógica del título (que no era irónico, entonces), explicada por un fuera de campo incognoscible y misterioso. Ese misterio deviene de que la protagonista no reconoce a este personaje como compañero suyo de la secundaria. Por lo todo se vuelve un poco más  raro y extravagante en relación a lo que podríamos esperar en una rom com convencional. Pero como sabemos, no es una de esas películas. Esa extravagancia la encarna la actitud ante cámara de Laurent Lafitte y las animaciones que aparecen cada tanto dándole una interioridad lúdica a la protagonista.  

Hipótesis. La dictadura de la subjetividad que gobierna la estructura de la película no solo se vuelve  explícita por esta interioridad animada de la protagonista, sino también por las apariciones fantasmales de su madre. En este punto, algo que me parece curioso, entonces, es que todas las armas que la película emplea en favor de acercarnos al personaje, en lugar de lograrlo, van en dirección contraria: nos dejan en un lugar enajenado como espectadores. En este sentido se me ocurren dos posibilidades: 

Opción 1. En primer lugar, creo que algo de esto sucede porque las intervenciones, tanto de la animación  como del fantasma de la madre, son bastante obvias. Son, en todo caso, un subrayado de lo que ya  estaba presente en la imagen antes que una puesta en tensión. De ahí que volver a decir lo ya dicho se sienta como una intervención del autor más que un mundo interior del personaje. 

Opción 2. Por otro lado, creo que hay algo que sucede en relación a los otros personajes que rodean a Jeanne. Y es que ninguno de los otros personajes pareciera presentarle  un conflicto a Jeanne. Como sugiere ese título, cada vez menos extraño, todos la aman. Solamente ella no se ama, y de ahí surge el conflicto que provoca que exista la película. Sin embargo, la presencia de un mundo subjetivizado de una forma tan poco personal amalgamado con personajes que no le representan riesgo alguno da por resultado una película que pareciera  poner en escena una interpretación bastante naif del duelo y la depresión, así como la  autosuperación como una especie de fórmula medianamente fácil de seguir.

Es Tofu? Todo esto me hizo acordar al término cine tofu, utilizado por Tomás Guarnaccia. Él plantea que el cine tofu es “sobre la vida de personas  anodinas (…) a las que nada les pasa, ni pasó en la vida”. Me pregunto si en Todos aman a Jeanne el modo de  poner en conflicto lo que al personaje principal le pasó en la vida no hay una falta de peligro tan explícita que todo se vuelve lánguido y falto de sabor, como el tofu. Y creo que la respuesta es obvia.

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