The Boys – Segunda temporada
EE.UU., 2020, 10 episodios de 60′
Creada por Evan Goldberg, Seth Rogen y Eric Kripke
Con Karl Urban, Jennifer Esposito, Jack Quaid, Elisabeth Shue, Laz Alonso, Simon Pegg,Colby Minifie, Jess Salgueiro, Brittany Allen, Bruce Novakowski, Sarah Camacho, Jaiden Cannatelli, Chace Crawford, Brittany Drisdelle, Karen Fukuhara, Haley Joel Osment, Aya Cash, Alanna LeVierge, Dominique McElligott, Nathan Mitchell, Erin Moriarty, Jim Pagiamtzis, Antony Starr, Jessie T. Usher, Lovina Yavari, Jhonattan Ardila, Christian Bako, Abraham D. Juste, Stephannie Hawkins, Andrea Houssin, Akiel Julien, Aniko Kaszas, Anna Khaja, Callum Shoniker, Tomer Kapon
Aquí, allí y en todos lados
Por Ignacio Balbuena & Federico Karstulovich
FK: Por suerte la segunda temporada de The Boys abre un poco eso que Ludmila mencionaba en su nota sobre la S01: dejar de ser una serie tan progresista al pedo (anti corporativa, anti superhéroes, moralista al palo) para convertirse de a poco en una serie repleta de matices, digna de una crueldad mucho mas justificada pero al mismo tiempo atravesada por una necesidad oculta (el nazismo otra vez?) de justificar el horror de los actos. Asi las cosas durante la primer mitad de esta segunda temporada podemos ver a los personajes con mas crecimiento personal, con mas caradura e ideas sobre el mundo(ahí están los flashbacks para tirar un poco de backstory, pero bueh) al mismo tiempo con un panorama que amenaza abrirse demasiado. En este punto lo bueno es que la segunda temporada está mas cerca de la sensibilidad del siglo XX que del desprecio centenial por cualquier cosa que se asemeje al mito, pero también mejora un poco el tema de alejarse de la obsesión por la contemporaneidad (redes sociales, publicidad, otros), que lo único que demostraba en la primer temporada era la necesidad imperativa de la serie por reconocerse parte del presente
IB: Pero pará, si esta segunda temporada se reconoce todavía más en el presente: está el tema de Stormfront y su relación con los memes como barómetro social y generador de grietas discursivas, se acentúa todavía más la discusión geopolítica sobre la presencia de los superhéroes en las operaciones militares extranjeras, y bueno, aparece el tema del NAZISMO así con mayúsculas. Que siempre fue un tema, desde que lo conocemos Homelander está a un mal día de convertirse en un super-nazi, pero no creo que la serie tenga intenciones de tratar con sutileza sus comentarios sobre la realidad actual. Ni en la temporada anterior, ni en esta. Me parece que el progresismo o la postura anti-corporativa extremadamente cínica pero también extremadamente fácil (o menos inteligente de lo que se cree) se sostiene a fuerza de, como dice Ludmila en su nota, a partir del humor negrísimo por un lado y a partir de los personajes. Y en ese sentido si encuentro mejores y matices en la segunda temporada: en la historia entre William Butcher y Becca, entre la relación entre Huguie y Starlight, entre Homelander y Stormfront, que aparece como una bocanada de aire fresco, un personaje que se apropia del cinisimo de la propia empresa que encarna (y de la propia serie) pero también mostrará rasgos de vulnerabilidad luego. Es una serie rara, que de alguna manera mejoró subrayando todavía más lo que ya se entendía. Pienso un poco por ejemplo en lo que pasaba entre Robocop de Verhoeven, una brillante sátira llena de violencia y humor negro, una obra maestra perfecta, y Robocop 2, en la que participó Frank Miller (guionista responsable de hacer que los cómics se volvieron OSCUROS y SERIOS en su momento) pero que de tan cínica, edgy pega la vuelta. The Boys está claramente más cerca de Robocop 2. No es para nada fina, pero es entrañable y endiabladamente entretenida.
FK: Iba a mencionar la cuestión Verhoeven. El problema es que creo que la S02 todavía no termina de pegar la vuelta completa, como si suele hacer Verhoeven. Ni es tan juguetona con la cultura pop, como si podría hacer un Joe Dante. Es una serie que todavía está terminando de definir su identidad. Por eso se la ve intermediada, cruzada por intereses diversos en donde el trazo grueso del comentario social y presente se cruza con el gore mas gozoso pero al mismo tiempo el coqueteo con las tonterías del nazismo como fucking culpable de todo (posta, en serio, siempre van a caer en el combo nazi o neoliberal? mamadera…). De ahí que el costado mas clase B por un lado y el componente mas clásico que busca concentrarse en los personajes (aunque es muy irregular el modo en que va armando sus arcos dramáticos, medio a los ponchazos) sea el que hace que la serie siga generando expectativas. Mas Romero y Verhoeven, menos NCA por favor…
IB: Y pero imposible pedirle menos NCA a un proyecto desarrollado por Seth Rogen y Evan Goldberg. Es una mezcla de sensibilidades muy particular. Por un lado no se me ocurre quién podría llegar adaptar bien a Ennis del cómic a la tele. Preacher es un cómic larguísimo, ultraviolento y que trataba temas míticos y bien americanos (el western, el mal subyacente de las áreas pantanosas y conservadoras de EEUU) y después de ver un par de capítulos no me entusiasmó para nada el tratamiento que le dieron Seth Rogen y Evan Goldberg. Ojo, me encantan los chistes de pijas y el gore, pero Preacher tenía para mí un costado humano muy fuerte que se perdió en la traducción. Y sí, es tal cual como decís, Seth Rogen y Evan Goldberg no son ni Verhoeven ni Joe Dante. Pero eso sería pedir mucho de cualquiera. Volver al nazismo como el fucking culpable no me parece mal, ioquesé. Spike Lee puede hacer esos subrayados en El infiltrado del KKKlan pero una serie de superhéroes no? Son villanos clásicos los nazis. Es de trazo grueso hacer que una serie sobre superhéroes corporativos sean nazis? Si, claro. Y pará, ahora que lo pienso, es un poco una lavada de manos gigante, no? Sería más interesante poner la culpa en otro lado, en vez de decir ”Siempre fueron los nazis. El villano en realidad no es la cara oculta y venenosa de EEUU, en realidad es un nazi”. Quizás no es una serie para pensar y re-pensar y perderse en rulos semánticos. Si quizás es una serie que genera interés por sus potencialides más que por sus éxitos, en términos de personajes, arcos dramáticos, backstories y comentarios.
FK: Bueno, that’s the point. Estás hablando del nazismo (fuckin terminado hace casi un siglo, con sus jerarcas muertos, sin supervivencia real en el mundo mas allá de algún que otro tiranuelo soviético y chino: háblame de comunismo, que es un consumo centennial divertido -los memes de Putin y el silencio con la dictadura china-, que también tiene un genocidio atroz (aún mas cuantioso que el del nazismo en cantidad de víctimas), pero posta traer a los nazis es un facilismo boludísimo) que funciona mas como mito que como factor histórico en la serie, lo sé. Pero no deja de ser una carta fácil. Como hablar del neoliberalismo, del capitalismo y de Trump. Pero de última estos últimos son experiencias contemporáneas que pueden ser discutidas con algún rigor de interés. Y ese es el punto: no me parece interesante ese mal metafísico nazi ni interesante el mal corporativo. Los vimos una y mil veces. Por eso hay una idea interesante en lo que decía Ludmila respecto de la season 01: al despreciar el mito de los superhéroes lo reemplazan con información de carácter “realista”, como si no se bancaran la complejidad del mito. De hecho es esa dirección creo que elijo 1000% la complejidad de un Thanos maltusiano que piensa el control poblacional como una administración de penas y premios que la deriva de fondo a la que temo pueda llegar a ir The Boys. No obstante, los personajes están ahí para hacer lo que mejor hacen Goldberg y Rogen: pensar en las personas antes que en los géneros en particular. Por eso creo que la salvaguarda viene por ahí.
IB: Justamente, me parece que el desprecio por la complejidad del mito es la gracia de la serie y su rasgo contemporáneo. Reemplazar el caractér mítico de los superhéroes por representaciones atravesadas por reuniónes de comités y focus groups es algo que se me ocurre muy cercano a como funciona realmente el detrás de escena del MCU o los reshoots de Zack Snyders para lograr su visión de la Liga de La Justicia. The Boys dialoga directamente con todo eso y entiende que no hay mito posible para los superhéroes en mundo donde son reales. Estoy de acuerdo en que no tiene mucho sentido hacer todo ese planteo que en la segunda temporada se acerca todavía más al mundo contemporáneo con los rasgos que mencionábamos (memes, inclusión forzada) para luego terminar ”los nazis siempre fueron el mal”. Es una salida perezosa para una lo que pretende ser una sátira un poco más incisiva. Temo como mencionás, un final aleccionador. También acuerdo con lo que decís: los personajes son la solución, los flashbacks que dan un poco más de peso a la historia previa de The Boys con su handler de la CIA, o ese Homelander cada vez más cerca del colapso. Por supuesto tampoco estamos acá cerca de un final. Ya está anunciado un spinoff y probablemente tengamos un par de temporadas más. Por supuesto que The Boys no es Succession o un drama prestige de ese estilo, es una franquicia nerd. Pero supongo que hay algo irónica en ver comouna sátira incisiva y violenta deviene serie para vender muñecos, convirtiéndose en el punchline de su propio chiste.
FK: El punto es precisamente el que decís. Se trata de una serie cuya contemporaneidad radica en el desprecio del mito. Y no me parece que sea la forma mas inteligente de pensar un rasgo epocal. De hecho creo que se trata mas bien de un prejuicio de época (desconozco cómo se configuran los mundos de del MCU o del DCU, pero creo que los modos de trabajar la sátira sobre ese mundo tal y como los plantea The Boys son justamente lo menos interesante. Y es lo que pasa con los hombres de paja: se construye una idea del enemigo perfecto cuando ese enemigo quizás no esté sino a muchos kilómetros de esa forma). Creo que en las mejores películas de superhéroes el componente mítico no está ausente. Por eso no puedo dejar de pensar que en el fondo no hay amor, sino desprecio. Por eso ese costado es el que menos interés me genera. Si sumado a eso aplicamos la cláusula “ah, pero los nazis”, la serie termina acercándose peligrosamente a sostener su interés pura y exclusivamente por lo que le pase a los personajes. Pero mi miedo es ese: en vez de mirar hacia adentro siguen mirando hacia afuera, pateando la pelota para adelante. Y me temo que el resultado no esté a la altura de las circunstancias. Cada vez mas ambivalente mi relación con esta serie. Mas la pienso mas creo que es indigna de esos personajes tetradimensionales. Bueno, mentira, tampoco para tanto. Pero bueno: so far, a la mitad de la segunda temporada, puedo decir esto…
Continuará…
