The Out-Laws
EE.UU., 2023, 97′
Dirigida por Tyler Spindel
Con Adam Devine, Pierce Brosnan, Ellen Barkin, Nina Dobrev, Michael Rooker, Poorna Jagannathan, Lauren Lapkus, Julie Hagerty y Richard Kind.
Ni chicha ni limonada
The Out-laws (inevitable juego de palabras entre outlaws-los fuera de la ley e inlaws-suegros) se llama la nueva comedia de Netflix, protagonizada por Pierce Brosnan, al modo de una parodia de enredos y atracos, bajo la producción de Adam Sandler y la compañía Happy Madinson, dedicada a la explotación de filones de un humor blanco, antes políticamente incorrecto, ahora potabilizado por el filtro parental y “Black Mirror” del servicio de streaming, donde se quitaron la careta de una vez con el tema del woke, o al menos lo parece por ahora, debido al fracaso del modelo del agendismo. Así vuelven a las historias del pasado, en una solución un tanto reaccionaria y viejuna.
Porque no es una cosa, ni la otra. Con Adam Devine a la cabeza del reparto, la película busca conectar con una audiencia millineal, a través de una serie de recursos gastados del género policial y de la “heist movie”, imbricándolos con una trama clásica de conocer a los suegros en la víspera de un matrimonio.El argumento se complica porque los suegros del protagonista, son un par de ladrones de cuello blanco, cuyos objetivos contrastan con los del personaje principal, un clásico gerente de un banco, de una clase media alta acomodada en los suburbios.Poco más puedo adelantar del relato, pero se pueden imaginar el resto, debido a lo predecible del plot, desde su punto de arranque.
Lo más divertido del filme radica en ver la interacción de los actores veteranos, como Pierce Brosnan, Ellen Barkin y Michael Rooker, burlándose de sus propios estereotipos y tomándose la producción con un irónico sentido de la autoconciencia, reconociendo participar de una charada de Netflix, para cobrar un cheque gordo e ir al siguiente atraco en el jardín de infancias de la industria de contenidos, pues el trabajo del largometraje es pan comido, como robarle el dulce a un niño.Más allá del satírico subtexto sobre los procesos creativos de la meca, “The Outlaws” se consume velozmente como trash tv de usar y tirar, sin mayores dificultades de asimilación.Parte de una dieta de junk food, diseñada por los títeres de Happy Madinson con una economía y oficio envidiables, tipo línea de producción de una cadena de papas fritas, pero carentes de cualquier valor real en términos de nutrición.
Un no cine de “outlaws” o forajidos de otrora, destinado a un público masivo de fin de semana.Por eso se ubica rápido en el top de la semana, para luego olvidarse.“Suegros de armas tomar” pertenece a la categoría de una comedia efímera y deliberadamente goofy.
