La omisión
Se quiso ver a la película de Sebastián Schjaer como continuadora de una tradición del cine contemporáneo, que en el caso particular se concentra en el cine de los hermanos Dardenne. Pero a diferencia del cine de aquellos, en donde los dilemas éticos son un eje organizador, en La omisión no hay tal dilema sino una expectativa de dilema, una expectativa de respuesta. En este sentido estamos ante una película rabiosamente contemporánea: nada de lo que la protagonista (interpretada por Sofía Brito) haga nos brinda herramientas para saber quién es en el fondo, por qué hace lo que hace, por qué decide lo que decide. Sabemos que hay una elección, pero no sabemos qué es lo que la sustenta. Por eso en esta película toda elección es menos una conciencia del mundo que rodea a la protagonista que la apertura hacia un nuevo enigma