Glass Onion: un misterio de Knives out
Si hay algo que no se le puede reprochar a Rian Johnson es la falta de ambición, aunque eso lo haya llevado a lo estrafalario antes que lo verdaderamente profundo o entretenido. Eso queda claro desde el minuto uno de Glass Onion: un misterio de Knives out, donde además el realizador nos quiere dejar en evidencia a cada instante que Netflix le dio una montaña de plata para que haga lo que se le cante. Todo es brilloso, desproporcionado, lujoso y hasta barroco en el film, en un juego con el artificio que se le termina yendo de las manos, hasta devorar a los personajes y la trama.