La obra de Friedkin fue dueña de un eclecticismo envidiable. Tras un primer largometraje por encargo como lo fue Good Times (1967), con la dupla de Cher y Sonny Bono, Friedkin concibe su primera obra maestra -una locura libre e impredecible, olvidada como pocas- que fue La noche del escándalo Minsky/Los alegres veintes/The Night They Raided Minsky´s (1968) que entremediaba su segunda y su cuarta película, las irregularesThe Birthday Party (1968) y Los chicos de la banda (1970), dos ejemplares iniciales de una pasión oculta en el cine del director, el teatro (al que volvería al final de su carrera, primero con la remake de 12 hombres en pugna (1997), luego con Bug (2006) y Killer Joe (2011)).