Simón
Simón constituye una respuesta a la mitología bolivariana del oficialismo en el cine, lastrada por una serie de bancarrotas financieras y estéticas en Venezuela. Por el contrario, la película de Diego Vicentini es un rotundo éxito de crítica y taquilla, camino de ser el más resonante para la industria criolla en varios años. En tal sentido, es todo lo opuesto al género de próceres libertarios a caballo, de los últimos tiempos de dictadura.