Citadel – Primera temporada

Por Rodrigo Martín Seijas

EE.UU., 2023, 8 episodios de 40′
Creada por Josh Appelbaum, Bryan Oh y David Weil 
Con Richard Madden, Priyanka Chopra, Lesley Manville, Stanley Tucci.

Piezas de ajedrez

Esta nueva era del streaming -ya no tan nueva, convengamos- ha potenciado este mecanismo por el cual hay proyectos que, desde su gigantismo y prepotencia, ya son eventos ineludibles incluso antes de su estreno. Y que incluso ya se los piensen como franquicias de larga duración antes de que lleguen a las pantallas de los espectadores. Citadel es un ejemplo claro de esto, en buena medida a partir de un presupuesto que supera los 300 millones de dólares y los nombres involucrados (delante y detrás de la pantalla), además de la certeza de nuevas entregas a futuro.

Buena parte del diseño expansivo y algo desordenado está explicado por las figuras involucradas. No tanto por un elenco con unos cuantos nombres importantes (Richard Madden, Priyanka Chopra Jonas, Stanley Tucci, Ashleigh Cummings, Lesley Manville, entre otros), sino también por el equipo de realización. Ahí tenemos a Joss Appelbaum, guionista de Misión: Imposible – Protocolo Fantasma, como uno de los creadores, pero también a Joe y Anthony Russo, realizadores de Avengers: Endgame, como coproductores. Lo cierto es que la serie no quiere tanto renovar el género de espionaje, sino buscar sus límites a partir de su interacción con otras capas genéricas que por momentos es casi hiperbólica. Y cuando decimos “límites” es porque los autores parecieran preguntarse “¿cuándo esto se rompe? ¿cuántas intrigas y giros se pueden introducir sin que la historia de espías estalle por los aires para convertirse en otra cosa?”. 

Por algo el punto de partida es la (casi) destrucción de una agencia mundial de espionaje llamada precisamente Citadel, a partir de una conspiración impulsada por una poderosa organización conocida como Manticore. Prácticamente todos los agentes son eliminados y solo un puñado sobreviven: entre ellos están Mason Kane (Madden) y Nadia Sinh (Chopra Jonas), cuyas memorias son sin embargo borradas. Años después, los dos son reclutados por uno de sus antiguos jefes, Bernard Orlick (Tucci) para tratar de contraatacar y, de paso, salvar al mundo de una catástrofe. Sin embargo, en el camino deberán enfrentarse a las fuerzas de Manticore, encabezadas por Dahlia Archer (Manville, que está muy bien en un papel realmente temible), pero también a sus propios pasados, que están repletos de ambigüedades, oscuridades y miserias, y algunos momentos -pocos- virtuosos.

Las rugosidades de los personajes y los eventos que los definen son reveladas a un ritmo frenético, con constantes vueltas de tuerca a lo largo de solo seis episodios, lo que lleva a que Citadel transite por múltiples tonalidades. La serie pasa de la acción al romance, del drama moral y afectivo a las intrigas casi palaciegas y hasta las lecturas geopolíticas, casi sin transiciones, como un tablero de ajedrez narrativo sumamente inestable. De la mano de ambivalencia e inestabilidad, surgen referencias de todo tipo: las franquicias de Misión: Imposible, Jason Bourne y James Bond -los títulos de los capítulos son indicadores ciertamente relevantes-; la literatura de John le Carré; las películas de Capitán América dirigidas por los mismos Russo; y varias más, casi como una colección de imaginarios. Todo ese despliegue discursivo y audiovisual es un tanto desordenado y hasta agotador, ya que no considera apropiadamente a lo más importante para este tipo de historias, que son los personajes. Tanto Kane como Sihn cargan con un montón de dilemas personales, pero todos están en función de acelerar las acciones, sin un trabajo en profundidad. Y, encima, la inexpresividad de Madden y Chopra Jonas no contribuye a revertir esta dificultad.

De ahí que en Citadel se imponga el impacto visual y los cambios de eje en base a sorpresas y revelaciones. Eso le permite a la serie mantener la atención del espectador y funcionar como un entretenimiento correcto, pero también algo pretencioso y que no puede superar un recorrido genérico algo superficial. Posiblemente la segunda temporada y los spinoffs permitan ajustar los diversos elementos puestos en juego, pero el desafío hacia el futuro es grande. Por ahora, solo tenemos un producto grandote y a la vez efímero.

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter