Un fantasma sobrevuela por el mainstream anti-Hans Zimmer (que es lo mismo que decir contrario a la pared de sonido sinfónica y solemne a la que nos tiene acostumbrados): la música ya no importa como procedimiento formal generador de empatía.
Comenzando un poco en juego y burlándose de varios de los tanques de Marvel, si, pero luego tomándose el asunto más seriamente y desplegado el análisis de varias categorías útiles a la hora de pensar la música en el cine como constructora de emoción, les dejamos por acá una de las clases de Cero en conducta más reveladoras que hayamos posteado a la fecha.