EE.UU., 2023, 8 episodios de 50′
Creada por Nick Santora
Con Arnold Schwarzenegger, Monica Barbaro, Milan Carter, Gabriel Luna, Fortune Feimster, Travis Van Winkle, Fabiana Udenio, Jay Baruchel, Barbara Eve Harris, Aparna Brielle, Andy Buckley.
Otras mentiras verdaderas
Su carrera parecía asomarse a un progresivo pero inevitable ocaso, pero Arnold Schwarzenegger es de esas estrellas -al igual que su amigo Sylvester Stallone- que siempre encuentra una forma de reinventarse sin dejar de ser él mismo. ¿Y qué (o quién) es Schwarzenegger? Muchas cosas y sujetos, una catarata de símbolos e imaginarios resumidos en una sola persona que no se resigna a la jubilación, hasta el punto incluso de ponerla en primer plano para postergarla. FUBAR, la primera serie televisiva de su larga trayectoria, trata, entre otras cuestiones, precisamente de eso: de que las balas del cargador se van agotando, pero todavía se puede dar batalla.
Ya el punto de partida es una explícita declaración de principios por parte de la serie creada por Nick Santora, que ya había demostrado bastante sapiencia en el género con Reacher. El relato se centra en Luke Brunner (Schwarzenegger), un agente de la CIA que siempre mantuvo su labor oculta para su familia, fingiendo ser apenas un vendedor de equipos de gimnasia. Su ausencia casi constante en la dinámica familiar llevó eventualmente al divorcio de su esposa, Tally (Fabiana Udenio), y a un vínculo un tanto distante con sus hijos. Ahora, le ha llegado el momento del retiro y, quizás, la chance de recuperar lo que perdió afectivamente. Sin embargo, es convocado nuevamente de urgencia para una misión especial, consistente en rescatar a otra agente, que resulta ser su hija, Emma (Monica Barbaro). Ambos desconocían las actividades del otro y, súbitamente, se verán obligados a trabajar juntos para detener a Boro Polonia (Gabriel Luna), un líder criminal que busca fabricar y vender un dispositivo nuclear, y que encima tiene un lazo personal con Luke con varios años de antigüedad.
Si el planteo recuerdo bastante al de Mentiras verdaderas, el gran clásico de James Cameron protagonizado por Schwarzenegger, FUBAR se hace cargo de esto sin vueltas e intenta profundizar las distintas vertientes narrativas, estéticas y genéricas de aquel film. A partir de ahí, tenemos las esperables disputas y pases de factura del dúo protagónico, que debe aprender a trabajar en conjunto y reconstruir -o más bien redefinir- su relación paterno-filial. Pero, además, su suman idas y vueltas en el contexto familiar, laboral y romántico de ambos: eso va desde la ex esposa y madre, hasta los compañeros de trabajo, pasando por Boro, un antagonista que se mueve primariamente por sus emociones, pero que también se revela como alguien muy escurridizo. Por eso el desafío obvio para la serie consistía en saber establecer un balance apropiado de todas estas tramas y subtramas, combinando comedia, acción y drama (poco, convengamos), sin descarrilar en el intento.
Convengamos que, durante los primeros episodios -por más que presentan el conflicto central de forma bastante ágil-, a FUBAR le cuesta encontrar un tono que unifique apropiadamente todo lo que tiene para contar y cae en la repetición de unos cuantos esquematismos. Esto perjudica principalmente a varios personajes de reparto, como a la nueva pareja de Tally (y, por ende, rival amoroso de Luke) o al novio de Emma, este último interpretado por un Jay Baruchel muy desperdiciado. Pero, casi entrando en la segunda mitad de una temporada de ocho episodios, la serie encuentra la fórmula requerida: dejarse llevar por la intriga de espionaje y el diseño de las misiones, para desde ahí construir un humor mayormente físico, que sirve también para definir de forma más consistente a los personajes. Eso le sirve como puente para trabajar mejor los conflictos de los protagonistas, en especial la trayectoria que lleva a que Luke y Emma, capítulo a capítulo, vayan viendo en el otro un espejo de sus propias trayectorias y puedan concretar un aprendizaje mutuo. Y, de paso entregar algunos pasos de comedia efectivos, donde se destacan los aportes de Fortune Feimster, Milan Carter y Travis Van Winkle.
El final de esta primera entrega de FUBAR (todavía no está confirmada la segunda temporada) le da sentido a las siglas de su título y promete una fuerte reconfiguración de cara a lo que podría venir. Veremos cómo finalmente sale esa apuesta, pero, al menos por ahora, Schwarzenegger parece haber encontrado una forma de mantener su vigencia y, de paso, ratificar que es un actor que sabe manejarse tanto en el plano de la acción como en el de la comedia.
