Esta sección nació para morir mil veces. O quizás en vez de Lost and found debió haberse llamado Quémese después de verse. Quizás porque al tratarse de links abiertos para películas raras, extrañas o difíciles de ver, esos links en cuestión no duran mucho en la red. O en algunos casos, suerte mediante, quizás hasta podemos tenerlos ahí donde están durante un tiempo prolongado. La realidad es que esta sección flamígera vuelve este mes por más material. Lo que no podemos asegurar es que ese material esté disponible siempre.
El perfume de la dama de negro no sólo es una obra maestra sino que perfectamente funciona como la summa perfecta de lo mejor que un género como el gallo tenía para ofrecer hasta ese momento, pero al mismo tiempo es una película que supone el límite, el borde mismo en el salto hacia la abstracción que un director como Dario Argento terminaría de explotar algunos años después. En particular con el cine post Rojo Profundo.
Francesco Barilli construye una pesadilla mental pero también material. Juega a ser un ejercicio hitchcockiano (al final de cuentas qué giallo no lo es, aunque sea un poco), pero logra ir mutando hacia una pesadilla metafísica a la vez que bien física, en donde el cuerpo se vuelve un elemento tan central como los desvaríos mentales de la protagonista. La oscilación entre el terror psicológico y el terror pagano de sectas satánicas la acerca mucho a El bebé de Rosemary, pero sin ofender a la obra maestra de Polanski, aquí el clima es más enrarecido y enfermizo aún, ya que mientras en la película de Polanski la empatía jugaba mucho más claramente en favor de el personaje que interpretaba Mia Farrow, aquí no todas las fichas están claramente puestas sobre la cordura de la protagonista, Silvia Hacherman (Mimsy Farmer), cada vez más obsesionada con su madre fallecida. Progresivamente, casi sin darnos cuenta, vamos acompañando el ingreso de la protagonista a su delirio a la vez que podemos estar viendo también cómo una puesta en escena la va acercando a su destino inexorable de víctima de un culto pagano y asesino (recordemos que el terror pagano es una especialidad del cine británico, país que coproduce en este caso). Poco a poco cualquier indicio que exhibe la película se va convirtiendo en material perfecto para que la paranoia encuentre su vía de salida.
Como pocas veces. O como siempre, pero más aún, no se pierdan esta verdadera maravilla. Denle Play y confíen.
