Kingsman: El círculo dorado
Kingsman: El círculo dorado parte de las heridas abiertas de la primer parte de la saga para, en alguna medida, profundizar algo de las ideas de aquella. Pero ahí aparece el problema: hoy por hoy las sagas deben contar con los elementos adecuados como para que la continuidad se justifique así como cada una de las nuevas partes sume un hecho nuevo. Y es en este último aspecto en donde la película de Vaughn se queda a mitad de camino, porque en cada uno de sus minutos se la nota desesperada por extraerle vida a su predecesora.