El último bolchevique
Estructurado a partir de una correspondencia imaginaria, la de Marker hacia el propio Medvedkin, punteado por fechas históricas más o menos reconocibles, 1917, 1922, 1930, 1945, y dividido por dos momentos, “El reino de las sombras” y “Las sombras del reino”, cuya dialéctica traspasa imaginativamente todo el film. El último bolchevique, por ponerlo en términos cinéticos, y no sólo literalmente, conmueve.