La deuda
La deuda no necesita indicarnos si estamos en 2019, en 2015, en 2007 o en 2002. Si nos guiáramos por la cantidad de dinero que el personaje de extracción económica de clase media debe restituir a su trabajo (15mil pesos), quizás nos resulte más claro ubicar la película en 2002, 2007 o 2015, donde esa cantidad de dinero parecería implicar un mayor problema que en la actualidad. De ahí que resulte particularmente curiosa la necesidad de la película de establecer un correlato forzado con el presente (insisto: correlato que no se ve necesariamente pero que si puede palparse o intuirse). En esa necesidad de dar cuenta de un estado de cosas presente es en donde todo el trabajo minucioso de la película por construir el malestar se trastoca en una necesidad de verbalizar el malestar.