The Quiet Girl
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The quiet girl

Todo el excursus previo viene al caso de haberme topado con The Quiet Girl. A diferencia del film de Ford, con el qué hay algo más que un vínculo en su título de origen, el silencio de la protagonista no tiene justificación en el pasado, sino en su presente, un presente cargado de angustias familiares que devienen en lo que será la trama de la película: tener una nueva familia. Esta nueva familia la empujará a expresarse de a poco, viendo como el proceso parece el inverso al de la película protagonizada por John Wayne: en este caso, el personaje empieza a hablar cuando el ambiente le es cómodo.

Eo
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EO

El cine se condice con el arte de la fuga. Menos que una exhibición de pedigrí -la alianza más o menos consensuada y escamoteada de EO con alguna causa célebre-, la errancia de Skolimowski hace que su película tenga razones propias, que tienen que ver con el corazón de Pascal, pero más, acaso, con el de una beligerancia respecto del cine realmente existente. Un animalito de Dios, un burro, que vive su felicidad austera de burro, pronto es maltratado, robado, abandonado, convertido en bestia de carga o en oprobioso sparring de muchachones sobrecargados de afanes de guerra.

#Polémica: Asteroid City
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#Polémica: Asteroid City

El problema que se nos plantea en Asteroid City es que la mecánica cinematográfica multiplica todos los problemas que ya le conocíamos al caballero Wes Anderson. Y no sólo los multiplica sino que parece sentirse muy cómodo en ese lugar en el que los personajes dejaron de ser tales para convertirse en marionetas incapaces de generación de alguna clase de empatía. Pero la mecánica cinematográfica está tan acerada que la misma película se configura como si se tratara de una inteligencia artificial (si, un robot de Skynet sin aspecto de robot).

Fin del Contenido

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