Aquaman y el reino perdido
La primer película de Aquaman fue un baldazo de agua cálida en invierno. Fue el remanso en una sucesión indivisa de pálidas que venía recibiendo la casa de ideas de Warner con su filial DC, con la que no pegaba una tras los fracasos sucesivos del Snyderverse. Con Aquaman todo se volvía goce y destrucción a manos de James Wan (que como bien demostraría luego en la notable Maligno, el tipo se lleva muy bien con la sátira), que combinaba gran presupuesto con una conciencia camp del mainstream berreta de las películas de Cannon en los 80s (para quienes no conozcan a qué me refiero les recomiendo leer esta extraordinaria nota).