Hojas de otoño
Ningún director maneja con tanta elegancia el arte de las variaciones como Aki Kaurismäki. Kaurismäki encontró demasiado pronto un mundo narrativo y formal propio, y lo que siguió a eso fue una larga serie de transformaciones que vuelven obsesivamente sobre una escena primordial. Después de haber calibrado un tono personal en sus primeras películas bajo una visión lunar de las cosas, aleación de comedia amarga y de drama discreto, llega el momento de la consolidación con Sombras en el paraíso, donde una pareja de trabajadores desdichados se encuentra de casualidad y, teniéndolo todo para perder, comienzan algo parecido a una relación. Hojas de otoño vuelve una vez más sobre esos motivos