Halston

Halston

El resultado de la serie, al menos a primera vista, no parece ser particularmente logrado. Ojo: no es una serie amarillista, como llegué a sospechar en algún momento. Más bien me animaría a decir que la atraviesa un pudor humanista que cuida al personaje, incluso en su debacle personal más pronunciada. En todo caso la sensación de media cocción deviene de otra clase de cosas. Quizás porque lo que se nos promete es un universo casi scorseseano, con el grupo de rigor, con la montaña rusa del ascenso (incluso hasta bien podríamos hablar de la estructura de una película de gángsters detrás de todo esto) y la caída. Pero en rigor de verdad la emoción no llega casi nunca. Y la épica del ascenso y la caída están amortiguadas por el mencionado pudor que dije antes.

#Polémica: Nomadland (En Contra)
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#Polémica: Nomadland (en contra)

Hay un momento poderoso (en el peor de los sentidos) en donde Nomadland se nos revela como un chiste autoconsciente. Podría ser, inclusive, la llave pare pensar a la película a contrapelo, contra sus propias reglas de miserabilismo, de decadencia programada, de solemnidad cuidada, de malickismo fotográfico y de montaje. Porque en ese momento, como si se tratara de Kevin Spacey rompiendo la cuarta pared en algunas de las temporadas de coso, McDormand nos mira de frente a la cámara, como si en alguna medida nos dijera “no se estarán tomando todo esto muy en serio uds, no?”.

Servant – Segunda Temporada

Servant – Segunda temporada

Lo sé: me entrego al castigo. Pero dado que fui un entusiasta de los primeros episodios de la primer temporada de Servant (y luego me decepcioné, como pueden comprobar por aquí), no tuve más opción que adentrarme en la segunda temporada solo solito, sin que nadie me obligara (pero también sin compañeros para el sacrificio). Lamentablemente, a diferencia de lo que supo prometer la primera temporada, aquí no queda el menor rastro de Friedkin y sus influencias. Pero tampoco de Shyamalan. Lo que se percibe es una sucesión de capas desesperada que están más ligadas al cine (y a ciertas formas del serial) que a la TV.

Bandido
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Bandido

No hay nada nuevo bajo el sol. O si, quien sabe. Cuando vi bandido me vinieron varias películas a la cabeza sobre autodescubrimientos, sobre redenciones, sobre caídas, pero también sobre personajes queribles que no precisan abrir una estampida contra nosotros. No son películas que nos ataquen. No son películas que nos sometan a juicio. Son, si se quiere, películas amables, en las que el amor por los personajes lo es todo, incluso pudiendo más que cualquier demanda de originalidad.

Lux Æterna
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Lux Æterna

Gaspar Noe no inventó nada, pero ha hecho lo imposible a lo largo de los años por hacernos creer que si. En este sentido, otra vez intenta vendernos algún gato por liebre. En mi caso me lo vendió tarde. Por eso esta nota llega tarde pero tampoco creo que les preocupe demasiado.

Descuida, Yo Te Cuido
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Descuida, yo te cuido

Qué diantres tiene que ver todo esto con Descuida, yo te cuido? En un principio, aparentemente, poco y nada. Porque aparentemente nada de lo que narra esta comedia ácida -con pretensiones de thriller noir feminista y comentario social sobre la pesadilla de un estado kafkiano pero con cara social- se asemeja a las formas de la vanguardia. Hasta que nos acercamos un poco más a sus maneras. Y ahí empezamos a ser capaces de reconocer otros problemas que no supimos ver. Porque esta película, que se disfraza de obvia es también, a su manera, un ejercicio de solapados gestos vanguardistas, de esos que nos hacen mirar hacia adelante porque sabemos que nos van a patear la pelota hacia el fondo de la cancha del verosímil, ahí donde las producciones grandes se encuentran con el cine clase B y sus baja demanda de realismo.

Buitres, La Cara Salvaje Del Capitalismo
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Buitres, la cara salvaje del capitalismo

Buitres, la cara salvaje del capitalismo construye un relato simplificado, impreciso, maniqueo, en donde la lógica de la circulación del capital forma parte de una danza paranoica de poderes concentrados antes que de agachadas y continuidades que atraviesan distintos gobiernos, incluso el que el documental defiende a partir de aquellos a los que les concede la voz argumentativa.

Servant
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Servant

Hay que retrotraerse a Friedkin (en particular a los climas de El Exorcista y Angel de las sombras, a las que explícitamente cita esta serie) para ingresar en el terreno previsible que propone Servant, serie de 2019 que Apple TV subió a su plataforma pero que recién en 2020 adquirió un cierto status de culto gracias a la pandemia y al agotamiento de muchos de los materiales que estaban disponibles en las diversas plataformas. Indistintamente, ya sea llegando un poco mas tarde o un poco más temprano, la serie producida por M.Night Shyamalan y creada por Tony Basgallop no termina de decidir qué hacer con esa influencia, ya que esta solo nutre los climas visuales y un cierto tono sombrío y triste

Historias Lamentables
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Historias lamentables

Para todos aquellos que alguna vez sufrimos el maltrato en formato cartoon que se le propinaba a los personajes de El Milagro de P. Tinto, el nombre de Javier Fesser no se nos olvidó nunca. No obstante poco hubo que esperar para que esa misma lógica destructiva y plástica con el cuerpo volviera a exponerse, pero en esta ocasión exponencialmente: las dos entregas de la saga Mortadelo y Filemón dan cuenta de esto. Ahora bien, también hay un Fesser que puede jugar sinuosamente, como lo lograba en la excelente Camino y en la irregular Campeones. Entonces, si el cine del director juega con los bordes y el exceso caaroonesco, la pregunta es por qué llegó al lugar que llegó en Historias Lamentables, en donde parecen coexistir las dos versiones de su cine: la del desprecio y la crueldad pero también el cine de la empatía.

Gambito De Dama

Gambito de dama

Hay un recorrido sinuoso que proponen algunas series. Ese recorrido nos hace entrar y salir de manera zigzagueante. Asi como hay otras tantas que nos expulsan de inmediato y otras que no nos permiten ni siquiera atinar a comernos una milanés fría entre capítulos, hay una clase de series que nunca terminamos de entender (no porque no nos deee la cabeza, sino porque no atinamos a descubrir cual es su plan de máxima). En este grupo ingresa, como es de prever, Gambito de dama, la serie que si bien no va a popularizar al ajedrez por lo pronto lo va a traer de vuelta a primeras lineas, ya que habra logrado que vuelva a ser observado desde una lógica deportiva no exenta de pasión (acaso el deporte mental por excelencia).

Borat: Subsequent Movie Film
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Borat: Subsequent movie film

Sacha Baron Cohen supo tener su tiempo, su aire, su momentum, allá a principios de los 2000s. Una sucesión de películas imprevisibles para la época, una serie de apariciones rutilantes en películas de terceros, una retahila de películas con muy buen timming para el humor absurdo en algunas escenas pero serios problemas a la hora de construir una comedia narrativa fueron las bases para que su persona tomara un estado público acaso un poco excesivo (pero bueno: es lo que pasa cuando se demandan figuras cómicas, por lo que cualquier zapato con un par de ideas minúsculas puede presumir alguna clase de centralidad).

Antebellum
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Antebellum

El desprecio que exhibía el sadismo de Steve McQueen en 12 años de esclavitud (2012) o la falsa presunción de denuncia del explotation mondo de Gualtiero Jacopetti & Francesco Prosperi en Adiós Tío Tom (1971) me daban vueltas por la cabeza cuando promediaba el visionado de el largometraje que mas ruido hizo a finales de septiembre en EE.UU. Nada, pero nada de lo que narra Antebellum me hacía acordar, en cambio, al Tarantino de Los 8 mas odiados y Bastardos sin gloria, aunque mucho de lo que leí por ahí de los pocos que la defienden invoca al director de Django sin cadenas. Pero también me revoloteaba por la cabeza el cine de M.Night Shyamalan, en particular la versión vueltera de tuerca de La Aldea. Todo esto viene a que cuando uno testimonia una película que resuena mucho a otras (con relación de mayor o menor distancia), el aroma define texturas. Y esas texturas nos permiten terminar de comprender desde dónde se posiciona esa película que vemos. El problema es que Antebellum no parece siquiera saber muy bien desde donde cuenta la historia que cuenta.

Tesla
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Tesla

Algo de esa intención -siempre signada por el fracaso de no dar el salto, por el motivo que fuera- reaparece en Tesla (un proyecto postergado, con muchos años en su haber y que por uno u otro motivo su director no había sabido llevar adelante) algo de esa capacidad de reconocimiento del mismo Almereyda. Aclaremos, desde ya: Tesla era un genio absoluto, incomprendido; Almereyda, en cambio, apenas si se trata de un director medianamente interesante que bien podría extraviarse entre los varios compañeros de generación. No obstante, hay algo de la estrategia que el director opta para pensar en la figura del genio que nos perdimos (y que hubiera permitido la accesibilidad a la electricidad por otros medios que los convencionales, incluso en los sectores mas postergados) que resuena a timidez, a discreta celebración del fracaso ajeno como forma de vindicar al propio.

Corazón Loco
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Corazón loco

Corazón Loco tenía todo para ser batacazo (una producción grande, actores conocidos, una premisa accesible, una torta de publicidad encima, etc), pero llegó la pandemia y la cuarentena y el estreno que iba a ser se postergó indefinidamente…y los inversores no quisieron/pudieron/supieron esperar mas. Y tal y como lo hizo buena parte del cine argentino, el estreno fue on-line, en plataformas via streaming. Claro está: una entrada de 30 mangos en Cinear.Play es una cosa…pero otra bien distinta es pretender recuperar algo de la inversión inicial. Por eso Netflix parecía ser el instrumento indicado para llevar la experiencia adelante. Al final de cuentas la plataforma de la N ha iniciado un proceso de degradación pronunciada que tiende a asimilar a las experiencias culturales empobrecidas de los países de consumo con los materiales que les ofrece.

The Sinner – Tercera Temporada

The Sinner – Tercera Temporada

Después de interesantes dos primeras temporadas, la tercera entrega de The Sinner se encontraba con el dilema que le sucede a muchas series que pasan de la segunda: Y ahora cómo se continúa esto? En este orden de cosas la profundización sobre el personaje de Harry Ambrose (el detective noir que interpreta Bill Pullman, con gesto cada vez mas imperturbable e eastwoodiano) indica un alejamiento de la propuesta de la primer temporada, en donde era un personaje complementario (en vez de protagónico), pero también un alejamiento de la segunda (tanto en la temporada inicial como en su continuación The Sinner jugaba con una de las variantes del policial de enigma: no ir por el whodunit sino por el whydunit, porque al final de cuentas el policial de enigma logró pervivir en el tiempo gracias a esas vueltitas de tuerca retóricas en el ejercicio de la hermenéutica). En esta tercer temporada ninguna de las llamadas cláusulas Q/Wh (qué-quién-dónde-cuándo-cómo-por qué-para qué) es particularmente importante. En todo caso son un punto de partida que, a ciencia cierta, no desemboca en nada muy interesante.

Al Acecho
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Al acecho

La idea del policial negro en un capitalismo de supervivencia ha sido visitada en muchas ocasiones por el policial negro urbano. Pero este cambio de perspectiva construye, curiosamente, un acto de respiración, un cambio de ritmo respecto de la claustrofobia del espacio urbano. En Al acecho testimoniamos una idea que tiene enormes puntos de contacto con la notable El otro hermano (Adrián Caetano, 2017): no hay salida, no hay salvaje no siquiera por medio del mundo del delito, no hay siquiera con qué garabatear una consistencia de continuidad. Vivimos en una ciénaga de degradación de la que ya no se puede salir ni trabajando ni delinquiendo. Lo único que queda es la caída.

The Rental
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The Rental

Algo por el Mumblegore. Asi pudo haberse llamado este experimento inaudito de Dave Franco, que intentó meter en una licuadora (para que nos tomemos el brebaje sus invitados) al drama indie de parejitas, con el experimento psicológico del voyeurismo y la paranoia y, para finalizar, el ingreso de un componente completamente demodé como el cine de asesinos seriales (aunque la frialdad con la que Franco se propone retratar a su asesino está mas cerca de Henry, retrato de un asesino o inclusive de Michael Haneke o incluso de Yorgos Lanthinos antes que de los trihillers baratos de la década del 90 a los que esta película parece aludir desprejuiciadamente). Pero The Rental, que tenía todo para ganar, pierde, hacia su mitad, casi todo lo conseguido en los primeros 20′, pero recupera una parte de ese extrañamiento en los últimos 5′, acaso los mas perturbadores de toda la película.

Dead To Me – Primera Y Segunda Temporada

Dead to me – Primera y segunda temporada

No me gusta decir “se me escapó”. Soy competitivo hasta la médula. Pero cuando se me escapa una pelota (jugando al basquet, al tenis, al ping pong o al metegol, poco importa) me pongo como loco conmigo mismo, porque también tengo un carácter obsesivo. Me pregunté, a inicios de este año, cómo pudo ser posible que se me hubiera escapado la serie de Liz Feldman el año pasado, cuando se estrenó en Netflix su primera temporada. Gustosamente, constaté que no era el único, ya que en esta revista también se les había pasado por alto. Por eso cuando se estrenó la segunda temporada a inicios de este año y me vi todos los capítulos de un tirón en una semana (o casi) una de las primeras cosas que le pregunté a los editores de Perro Blanco fue eso: puedo escribir sobre las dos perfectas temporadas de Dead to me?

Devoto, La Invasión Silenciosa
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Devoto, la invasión silenciosa

El primer caso, el de la conciencia cínica, no parece ser el de Devoto, la invasión silenciosa, que parece una película lo suficientemente ocupada en lograr que creamos ingenuamente en el estatismo de sus imágenes (hagan la prueba: funcionan mejor sus encuadres en los fotogramas antes que sus planos en movimiento) antes que en su capacidad de crear un mundo a partir de la síntesis sustantiva del cine clase B. El problema es que el solo hecho de ocuparse no implica que lo logre. La película, en este sentido, se encuentra mucho mas cerca de los experimentos desesperados del acercamiento al fantástico local en los 80s y 90s de parte de Gustavo Mosquera R (Lo que vendrá , Moebius y no casualmente un director que quiso llevar adelante El Eternauta) que de Invasión (Hugo Santiago, 1968), donde la sustracción del cine clase B funcionaba por apropiación cultural de tópicos del sistema de géneros del cine americano con tradiciones locales, experimento notablemente forzado aquí gracias a localismos del habla.

13 Reasons Why – Temporada Final

13 Reasons Why – Temporada Final

En resumidas cuentas la última temporada de 13ReasonsWhy (a la que debemos creerle que es la final, como reza su título en idioma original) es un esperpento. Pero no uno de esos que puede entregar Berlanga. No: es un a mezcla de tonos, convenciones, excesos, crueldades, lugares comunes, simplismos, extorsiones emocionales y esquizofrenias narrativas varias tal que no podemos sino pensar que nos han estado tomando el pelo sistemáticamente. El problema es tan grande, tan extendido a lo largo de varios capítulos que es nuestro cerebro el encargado inmediato en hacer sistema a partir de las incoherencias.

Fin del Contenido

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