Les jeunes amants
Francia, 2021, 108′
Dirigida por Carine Tardieu
Con Fanny Ardant, Melvil Poupaud, Cécile De France, Florence Loiret-Caille, Sharif Andoura, Sarah Henochsberg, Martin Laurent, Olenka Ilunga, Manda Touré, Julia Gómez, Corey McKinley
Cuatro manos para un enigma
A veces con la fotogenia, con el envión, con la inercia de la expectativa no alcanza. Y si hablamos de expectativas, las que propone una película como Los jóvenes amantes se mueven en torno a eso que habitualmente llamamos melodrama frío, es decir, esa clase de melodrama en donde el ejercicio de los sentimientos queda reducido a contención y cenizas. En su distanciamiento con la exhibición de los afectos es en donde esta película se mueve con cierta soltura, pero al mismo tiempo es en donde no puede eludir los inevitables lugares comunes del género. Su prolijidad, su elegancia, al mismo tiempo, acompañan esa suerte de cancelación del exceso, que en alguna medida es también una negación del melodrama por excelencia, que siempre pide más, pide sangre, sudor y lágrimas.
Pero en Los jóvenes amantes está presente el comentario social, el anclaje de época, en donde, detrás de un romance inesperado (que recuerda a Demasiado Bella para mi, del gran Bertrand Blier, donde Gerard Depardieu decidía engañar a su bellísima esposa por la bastante poco estándar Josiane Balasko) entre una adulta mayor (setenta y largos abriles) y un hombre adulto (cuarenta y tantos otoños), se esconde una necesaria reflexión sobre el rol social de ciertas mujeres según la franja etaria. Y cómo esto incide en la relación de autopercepción de su cuerpo, pero también de cualquier potencial salida de esos roles preestablecidos.
Es a partir de la necesidad de salir de ciertos lugares comunes de ese melodrama helado en donde la película incorpora una serie de eventos (que no revelaremos) que la hacen desbarrancar en el territorio de una suerte de culebrón imposible, que pareciera querer contrapesar tanta elegancia inicial. La curiosidad es que el experimento hace de Los jóvenes amantes un artefacto extrañísimo, que, de haber trabajado desde la autoconciencia cada uno de los materiales, hoy estaría parada en otro lado. Pero su mezcla escandalosa y propia del producto de dos miradas distintas (comenzó como un proyecto de una directora y terminó en otras manos) terminó por entregar este enigma olvidable.
