Sebastián Moro, el caminante
En cierta medida, entonces, la película también nos recuerda que el cine militante, en honor a los mártires, en virtud de la celebración de la persona también puede relegar acaso una de las claves de todo registro documental: el acceso a cierta forma de verdad mediada por los datos y los documentos que lo fundamenten. Y no porque lo que nos plantea la película sea, en efecto, tildado de falsedad, sino porque su objeto deja de ser el problema con el poder y la verdad: la indagación que nos narra está convencida de los hechos, no necesariamente los demuestra.