Espero tu (re)vuelta

Por Carla Leonardi

Espero tu (re)vuelta (Espero tua (re)volta) 
Brasil, 2019, 93′
Dirigida por Eliza Capai
Con Marcela Jesus, Nayara Souza, Lucas ‘Koka’ Penteado

Ganar la calle

Por Carla Leonardi

Aunque querramos mantenernos por fuera de una militancia concreta, la política es la distribución de los cuerpos y los goces. Por lo tanto, determina quién tiene derecho a gozar de cada bien y afecta directamente a nuestras vidas. En este contexto, el último documental de la realizadora brasileña Eliza Capai, titulado Espero tu (re)vuelta (2019), apunta lucha que viene llevando el movimiento estudiantil brasileño desde el año 2013 al 2018 en pos del acceso de las clases más pobres a una educación pública de mejor calidad. 

El documental se trama a partir de un acertado montaje de imágenes de archivo proveniente de distintas fuentes: filmaciones caseras que se aportaron, material televisivo y entrevistas en cámara fija a los protagonistas. La directora decide no optar por el clásico formato documental (que va intercalando distintos testimonios en plano fijo). En cambio, elige apoyarse en el montaje para desde allí recortar tres protagonistas.  Ellos narran en primera persona y desde la distancia temporal las imagenes que se van montando, dando cuenta de su participación en la lucha estudiantil, aportando información de contexto y estableciendo nexos de continuidad, mientras se van pasando la posta de la voz del narrativa. La decisión de Capai resulta efectiva, porque logra en el debate mismo que se da entre los narradores, el dinamismo necesario para evitar el efecto soporífero que muchas veces suele darse ante los documentales. 

Espero Tu Revuelta Tres 2

Los narradores y protagonistas del film son: Lucas Penteado, de ascendencia africana, que fue director del UMES (Union Municipal de Estudiantes Secundarios); Nayara Souza, militante de la Unión de la Juventud Socialista y Marcela Jesús, estudiante de ascendencia africana pero de piel clara, que se manifiesta sin participar en una organización política. De esta manera, Capai ofrece distintos puntos de vista y así consigue reflejar las disidencias dentro del propio movimiento estudiantil, acercándose así a la transmisión de la complejidad de este colectivo de estudiantes que dista de ser un bloque homogéneo. 

Una linea que aborda la película es la reconstrucción histórica de la más reciente revuelta de estudiantes desde la dictadura. La multitudinaria acción estudiantil en las calles, se inicia en el año 2013 en la monstruosa ciudad de San Pablo, que tiene una población de más de 12 millones de personas. El gatillo es el aumento de la tarifa del transporte público, aumento irrisorio, pero que afecta el traslado de los estudiantes desde la periferia de los barrios vulnerables hacia los centros urbanos donde pueden acceder a la cultura. Este aumento pequeño en tanto número concreto, funciona sin embargo, como combustible que enciende la revuelta al devenir símbolo de la desigualdad en la distribución del acceso a los goces, teniendo en cuenta que el salario mínimo brasileño es magro. Las manifestaciones logran que el gobierno de la presidenta Dilma Rouseff, dé marcha atrás con el aumento tarifario. 

Espero Tu Revuelta Critica 800

En el año 2015, la lucha estudiantil se radicaliza cuando el entonces gobernador de San Pablo (Geraldo Alckmin del Partido Social Demócrata Brasileño), decide redistribuir las escuelas públicas. Este medida implicaba el cierre de más de 90 escuelas y el consecuente aumento de la inequidad para acceder a la educación publica, con la consiguiente disminución de las perspectivas laborales en el futuro. Se plantea así un efecto de circulo vicioso por el cual las escuelas cerradas, se pretenden transforman en nuevas cárceles (dado el incremento de la pobreza y la delincuencia consecuente) o en emprendimientos inmobiliarios de consorcios privados, por supuesto inaccesibles a la población más vulnerable de la sociedad. Ante esta coyuntura y al no ser recibidos por ninguna de las autoridades del gobierno, el movimiento estudiantil se radicaliza a través de la toma de escuelas, inspirada en la lucha de los estudiantes chilenos. Pero luego, cuando las tomas se naturalizan, los estudiantes deciden salir nuevamente bloqueando calles como estrategia para involucrar y captar la atención de la opinión pública y así crear presión en el gobierno. El gobernador finalmente cede y revoca la reorganización de las escuelas públicas. 

En el año 2016, se produce la destitución de Dilma Rousseff por voto del Congreso y el sucesor presidencial Michel Temer plantea un congelamiento por 20 años del presupuesto destinado a la educación pública, lo cual conllevaría al incremento del deterioro de la infraestructura y de la calidad educativa. Como consecuencia de esta política educativa, vuelven las tomas en las escuelas de San Pablo, que se replican en ahora en todo el Brasil. Durante el año 2017, además de volver a manifestarse en las calles, los estudiantes ocupan el Centro de formación Paula Souza y la Asamblea Legislativa. Sin  lograr cambios en cuanto a una revocación de la medida, el documental registra las luchas del movimiento estudiantil, hasta la asunción del actual presidente Bolsonaro, que plantea en sus discursos endurecer las políticas en materia de seguridad en lo concerniente a la toma de espacios urbanos o rurales, clasificándolas como actos terroristas. 

Espero Tua Revolta1

Hasta aquí el derrotero histórico del movimiento estudiantil brasileño, que en sus fases más radicales suscitó conflictos con otros actores sociales. Pues el derecho a la toma o a la manifestación en las calles colisiona con el derecho a trabajar de los profesores, de tomar clases en el caso de los alumnos que no participaban de las tomas y de los automovilistas que reclamaban su derecho a transitar para llegar a sus trabajos.

Lo interesante del documental es que pone en relieve que la problemática educativa en Brasil y el mantenimiento consiguiente de la desigualdad en la distribución de las posibilidades de ascenso social, se agudiza conforme pasan los años y que permanece sin solución de fondo, se trate del signo político de que se trate en los diferentes gobiernos de turno. 

Al mismo tiempo, pone de relieve la menor apertura al diálogo con los estudiantes y el incremento de una innecesaria brutalidad de la represión policial, a partir del gobierno de Temer, teniendo en cuenta que se trata de manifestaciones de espíritu pacífico en las que actúan mayormente menores de edad. El documental muestra el avance de la policía brasileña militarizada sobre los estudiantes, da cuenta de la desigualdad de fuerzas en juego, pero tiene la virtud de no hacer de la violencia policial una explotación. A través de ciertos recursos narrativos vinculados a los afectos y efectos que provoca en los narradores revisar (ahora con distancia) las imágenes que vivieron, Capai sabe donde cortar y velar el impacto de la violencia policial sobre los cuerpos juveniles, sin alimentar golpes de efecto para con el espectador. 

Espero Tu Revuelta

Otra de las virtudes de la película, es que más allá de las opiniones ideológicas que se puedan tener sobre la toma escolar, proporciona una mirada diferente de los estudiantes en lucha, a quienes se suele estereotipar como vándalos o vagos. Una toma escolar bien aprovechada, puede ser una instancia de formación en la vida de un joven. La mirada de Eliza Capai, mostrando el adentro de las tomas escolares, da cuenta de una juventud que puede organizar su convivencia distribuyendo tareas y que es capaz de forjar lazos más profundos entre ellos, cuando en la escolaridad cotidiana apenas se conocían, dada la masividad escolar. Durante las tomas, tanto en las asambleas como en los talleres, pueden abrir al debate temas que no se abordan en la currícula escolar como el machismo (tópico que se refleja en una asignación de tareas naturalizada que asigna a las mujeres la limpieza y la cocina) o el racismo, que lleva a muchos estudiantes de color a renegar de sus propias raíces identitarias por ejemplo alisándose el cabello rizado. 

Si pensamos en el título del film, Espero tu (re)vuelta (que es una frase tomada de una serie de carteles del artista brasileño Leto William), es un claro llamado que interpela al espectador. Habida cuenta de que la lucha estudiantil no ha finalizado y que su destino actual es incierto, bien se trate de las futuras generaciones de estudiantes, apunta a involucrarlos tomando la posta; bien se trate del espectador común, se apunta a involucrarlo desde su acompañamiento como poder de presión social.

Ante el estereotipo del joven narcisista, simplemente interesado por el sexo, las drogas y el rock and roll y en un contexto del capitalismo globalizado donde el saber ha dejado hace tiempo de ser un valor social, la película de Eliza Capai presenta una mirada otra: la de miles de estudiantes que trascienden el individualismo y que tienen convicciones, que están dispuestos a sostener la educación pública como herramienta posible de transformación social. 

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