Zendaya elige a Gudadagnino, así como se enlazó a Villeuneve, con el propósito de potenciar su marca en la industria, haciéndola deseable y atractiva. De igual manera ocurre con los proyectos de Lady Gaga y Margot Robbie, mecenas emergentes de un star system que goza con deconstruir a muñecas rotas, a ídolos e influencers del liberalismo emocional de nuestros días.