The Sinner S03
EE.UU., 2020, 8 episodios de 45′
Creada por Derek Simonds
Con Bill Pullman, Matt Bomer, Chris Messina, Jessica Hecht, Parisa Fitz-Henley, Eddie Martinez, Carrie Coon, Natalie Paul, Hannah Gross, Elisha Henig, Tracy Letts,Dohn Norwood, Victor Williams, David Call, Adam David Thompson, Ellen Adair, Jay O. Sanders
Lo crudo y lo cocido
Por Mariano Bizzio
Después de interesantes dos primeras temporadas, la tercera entrega de The Sinner se encontraba con el dilema que le sucede a muchas series que pasan de la segunda: Y ahora cómo se continúa esto? En este orden de cosas la profundización sobre el personaje de Harry Ambrose (el detective noir que interpreta Bill Pullman, con gesto cada vez mas imperturbable e eastwoodiano) indica un alejamiento de la propuesta de la primer temporada, en donde era un personaje complementario (en vez de protagónico), pero también un alejamiento de la segunda (tanto en la temporada inicial como en su continuación The Sinner jugaba con una de las variantes del policial de enigma: no ir por el whodunit sino por el whydunit, porque al final de cuentas el policial de enigma logró pervivir en el tiempo gracias a esas vueltitas de tuerca retóricas en el ejercicio de la hermenéutica). En esta tercer temporada ninguna de las llamadas cláusulas Q/Wh (qué-quién-dónde-cuándo-cómo-por qué-para qué) es particularmente importante. En todo caso son un punto de partida que, a ciencia cierta, no desemboca en nada muy interesante.
En alguna medida, The Sinner S03 accede a sus mejores logros (que son pocos) cuando confía en sus personajes y en su idea-eje que atraviesa la serie de principio a fin: el cuestionamiento de la masculinidad como exposición de poderío y negación de la fragilidad. Esa idea es la que vuelve de manera oscilante en los mejores capítulos de la serie, que son aquellos en los que el policial de la-búsqueda-del-asesino deja paso al policial psicológico de la interrelación perturbadora entre el detective que personifica Pullman y su perseguido (esta dinámica, de hecho, le trajo excelentes resultados a David Fincher en MIndhunter pero también en Zodiac). Todo el recorrido que pone en el centro a hombres que sostienen una masculinidad que la contemporaneidad puede definir como “tóxica” es el periplo mas interesante de esta serie que, de manera bastante desfachatada, roba la estructura lógica a los personajes de La Soga (Alfred Hitchcock, 1948), quienes asesinaban con el fin de comprobar teorías (mal comprendidas por cierto, ya que nada mas lejano hay entre eso y lo propuesto por el autor que citan) de Frederic Nietzsche pero la superpone con una suerte de Phillip Marlowe aggiornado, que no puede asumir un caso sin meterse de lleno, mezclando lo personal con lo profesional.
El problema es que The Sinner S03 no propone, precisamente, una amalgama fluida entre el policial clásico, el policial negro y el thriller psicológico, sino que a lo largo de los interminables ocho episodios (claramente hay dos que sobran y se sienten como un estiramiento innecesario) todo el tiempo sentimos que cada una de las vías no terminan de armar la “trenza” narrativa. Por eso el resultado capítulo a capítulo es muy oscilante. Cuando prevalece el policial de enigma la serie se pierde en derivaciones previsibles, torpes, inverosímiles (como el subconflicto del asesinato en la fiesta), cuando prevalece el componente del policial negro la serie mejora pero tampoco permite que el personaje de Ambrose crezca en relación a temporadas anteriores (mas allá de algunos traumas previos y forzamientos que solo emergen con mas potencia en los últimos dos episodios), recién cuando el thriller psicológico gana algo de espacio (en los capítulos en los que la recuperación del juego nietzcheano de las pruebas para demostrar el elan vital que conecte a los personajes con la vida gracias a bordear con la muerte) es en donde la serie reordena algunas de las ideas en torno a la masculinidad cuestionada, aunque el resultado de ese cuestionamiento termine siendo también un poco bastante anticipado. Sin ir mas lejos, las ultimas tres escenas son bastante redundantes al respecto y demuestran la sistemática pérdida de oportunidades para explotar narrativamente la relación entre Ambrose y su hija, Ambrose y el sospechoso y también con su nueva pareja.
Quizás por su incapacidad de articular plenamente todas las ideas que van por separado lo que mas claramente se perciba en The Sinner S03 es una sensación de improvisación, de finalización apresurada del proyecto, como si en el fondo el interés hubiera sido siempre “sacar una nueva temporada” antes que cerrar una evolución de forma consistente. Entre esa falta de cocción (como si con un golpe de horno mas el asunto hubiera quedado menos crudo) y la necesidad de servir el asunto, The Sinner S03 deja a sus personajes en una situación problemática de cara a la temporada siguiente, que visto y considerando la repercusión que supuso esta última, probablemente ingrese en un terreno de sospecha, sino lisa y llanamente de final de camino.
