What If… – Segunda temporada

Por Varios Autores

EE.UU., 2021, 6 episodios de 40′
Creada por A.C. Bradley
Con voces de Jeffrey Wright, Hayley Atwell, Karen Gillan, Chris Hemsworth, Mark Ruffalo, Samuel L. Jackson, Mick Wingert, Josh Keaton, Elizabeth Olsen, Sebastian Stan, Tom Hiddleston, Benedict Cumberbatch, Jon Favreau, Michael Rooker, Jude Law, Kate Blanchet, Idris Elba, Paul Rudd, Seth Green.

En tránsito

Por Federico Karstulovich & Rodrigo Martín Seijas

FK: Bueno: antes que nada creo que está segunda temporada es una tensión entre cosas. A la primera yo siempre la sentí como un armado extraño e irregular en el universo ordenadito del MCU: mientras las películas y series iban organizando arcos a explotar en What if S01 el plan se revelaba más anárquico y cercano a los viejos seriales así como a las antologías (o unitarios): historias infinitas sin necesaria conexión a priori sobre posibilidades. En el medio la experimentación, la aventura, alguna especulación derivada de la corrección política, pero en el fondo nada especialmente trascendente para el armado del sistema MCU. En esa coordinación la primera temporada se sentía cómoda e inquieta a la vez (incluso en su condición de pertenencia al mainstream). El problema es que el tiempo no me dio la razón. Y lo que podía llegar a leerse como un arrebato de libertad en realidad siempre perteneció a un plan real de mayor envergadura, que es el plan de la incorporación a cuentagotas de la saga multiversal. De ahí que en esta segunda temporada sienta que todo aquello que podía ser interpretado con un código disidente termina siendo un más de lo mismo (pero mejorado). Digo qué hay una tensión y digo que es más de lo mismo mejorado porque lo que en la primera era anomalía en la segunda es transición y en la tercera (si existe) probablemente sea consolidación del plan. Entonces aparece la cuestión de cómo lidiar con eso: lo esperable del plan vs el placer liberador de la aventura sin conexión (ahí es donde la cosa mejora lo hecho por Marvel en esta fase penosa). De ahí que algunos capítulos funcionen con cierto grado de autonomía (incluso de la corrección política) y otros se vean atados al formato del encadenamiento con el sistema que los precede. El punto es que esto me obliga a preguntarme si Marvel está en condiciones de seguir quemándose los ahorros acelerando los pasos o si va a aprender de su propia (y mejor) historia en la que cada paso y personaje mantuvo plena autonomía hasta que el cruce se volvió inexorable, es decir, producto de la demanda por saber (demanda del espectador) y no la oferta por imponer (demanda forzada por la misma oferta sobrestockeada: perdón el lenguaje pero vivo en Argentina y el asunto permea)

RMS: Creo que efectivamente hay en la serie esa tensión que vos describís, entre lo antológico/serial y la necesidad de acoplarse a las necesidades de la franquicia. Eso era muy palpable en la primera temporada y vuelve a ocurrir en esta segunda entrega, pero creo que hay uno de esos aspectos que funciona mejor en las diferentes temporadas. Me parece que lo antológico en esta segunda temporada está mejor, porque hay una utilización de lo genérico y la cultura popular que es sumamente aceitado. Por ejemplo, el primer episodio, sobre Nebula como parte de los Nova Corps, es una óptima fusión entre policial negro y comedia; el de Happy Hogan salvando la Navidad es un gran homenaje a Duro de matar; y el de Iron Man contra el Grandmaster es una excelente comedia de aventuras en la línea de Thor: Ragnarok. Ahora bien, cuando entra en juego toda la trama relacionada con Kahhori, la Capitana Carter y Strange Supremo, todo se enreda demasiado y pierde fuerza, a diferencia de la primera temporada, donde la intervención del Watcher tenía mucho más sentido. Me parece que Marvel (o más bien, Kevin Feige) todavía no tiene decidido qué hacer con el Multiverso y los nuevos personajes que se van presentando, en parte porque la sobresaturación de producciones que hubo en los últimos años produjo un desgaste creativo y económico; y también porque todo el escándalo y la salida de Jonathan Majors obligan a repensar los planes. La segunda temporada de What if…? es una representación cabal de esos dilemas que afronta el estudio y su líder.

FK: En efecto en esta segunda temporada el intento por forzar el laboratorio de generos y mezclas se nota más perla la vez tiene algo de mayor grado de autocontrol. En este sentido creo que en mayor o menor medida está logrado el cometido de mirar hacia el siglo XX. El tema es que aunque me resulte disfrutable creo que no es novedoso ni inventivo ni reflexivo. Funciona narrativamente? En su mayor medida si (excepto los episodios mencionados donde la necesidad le gana a la inventiva). El problema es que creo que si Feige sigue volviendo permeable a What if , con las necesidades validatorias del relanzamiento del MCU tras el fracaso de la fase actual, lo único que va a conseguir es matar a una de esas pequeñas gallinas de huevos de oro que todavía posee. Ya destrozó a media docena de personajes nuevos por la ansiedad desmedida y la voluntad de imponer de forma omnipotente. Habrá que ver qué sale de todo esto. Por el momento lo que percibo es una interlocución pensada con mucha más fuerza para un público pos-30 que a los sub. Hay toda una generación que vio las mejores etapas del MCU y se avergüenza con el patetismo actual. De ahí que me pregunto si esto de What if tiene otro futuro que no sea un recorte etario cada vez más autoindulgente y de auto reconocimiento generacional.

RMS: Bueno, ahí hay un tema que vengo charlando con otra gente respecto al rango etario con el cual está conectando el MCU en la actualidad. Ya no parece ser, como hace unos años, a los niños, adolescentes y los de veintipico. Se ve un proceso parecido al que sufrieron en mayor o menor medida las franquicias de Star Wars e Indiana Jones (más la segunda que la primera): el público envejeció y hay dificultad para interpelar a las nuevas generaciones. Por eso quizás la necesidad de, por caso, la referencia a Duro de matar, que es un film que conecta con los espectadores de treinta y pico. Aunque también da para preguntarse qué es lo que quiere ese público de veintipico, que últimamente se muestra un tanto cínico y hasta misántropo. Pero, volviendo al MCU, también es preocupante que no se hayan generado personajes nuevos mínimamente atractivos: hay un recambio generaciones que no se termina de concretar y que pone en peligro el andamiaje construido previamente.

FK: Es que creo que van de la mano si lo pensás: un grupo de actores en sus veintipico-treintipico siendo acompañados por un conjunto de espectadores de 12 a veintipico. Pasan 20 años casi. Los actores entonces se cansan y se agotan por la fórmula. Ya tienen entre cuarenta y pico y cincuenta y tantos. Pero los espectadores son treintañeros que añoran algo que tuvieron cuando eran chicos-adolescentes o son gente de cuarentipico que añora el humor pop que en los 2000s disparaba canónicamente 20 años atrás. Ergo: Marvel solo puede sobrevivir con el procedimiento del continuo de armar falsos seriales como en What if (a ver si la pesca el espectador wise ass) o rearmando el sistema de las primeras dos fases. Con un espectador que vaya de los 10 a los 20 ya no hay chance. Es una generación que se bullea y cancela públicamente y en redes pero en silencio consume material no woke como si fuera porno. Entonces: puede ser que Marvel produzca consumo vergonzante, no masivo, no pasible de ser compartido orgullosamente, pero que, algoritmo mediante, sabé que funciona aunque sea inconfesable? La respuesta te la doy con mis alumnos de la facultad de 20 años y con mis sobrinas adolescentes ante mi pregunta de si ven comedias románticas o cosas del pasado: “obvio que vemos, el problema es que no podes hablarlo con nadie”.

RMS: Claro, pero si es consumo vergonzante, es difícil que sea masivo, que pueda volver a ser un acontecimiento popular y comunitario como lo fue, por caso, Avengers: Endgame. Pero ahí había algo clave, que era amor por la aventura y por los personajes, incluso a pesar de la necesidad de atar un montón de cabos sueltos. Y eso es lo que ha perdido en buena medida Marvel en los últimos años, de la mano de la sobreproducción y la autoconsciencia excesiva. Pero ojo, creo que esa vocación de contar historias y reelaborar géneros, que supo ser muy productiva, aparece de a ratos en esta segunda temporada de What If… O sea, Marvel tiene la capacidad para volver a las fuentes, para volver a ser y fascinar al espectador. O por lo menos otorgarle un rato de diversión sin culpa, como en algunos de los capítulos que mencionamos. Sí me parece que debe dejar de lado un poco la pulsión mensajística, esta necesidad de interpelar el discurso woke que, por otra parte, me parece que ha alcanzado un límite de masividad y está entrando en un progresivo declive.

FK: Es que justamente te lo que marco no es la efectividad de un plan sino los espasmos de un fracaso exitoso: consumo vergonzante (pero no masivo, porque es en plataformas), poca circulación celebratoria en redes sociales, fracasos en cine. En definitiva el peor negocio posible para la continuidad pero un buen negocio para el cine en ese proceso de transición al quedarse sin identidad definida y sin interlocución. Es, en definitiva, el aprendizaje de la sobreproducción y el sobrestockeeo: se te pudrieron las frutas. Creo que ni en la diversión sin culpa ni en la efectividad narrativa de What if existe la chance de que Marvel pueda recuperar su centro. Va a tener que podar todo luego de Deadpool 3 y seguramente dejar volver a crecer las ramas de lo viejo en paralelo con los proyectos nuevos: los Avengers y los new Avengers conviviendo para rangos etarios distintos, pero ya no como un gran aglomerado popular que convoque al cine en masa como lo fue Endgame. El cine como gran apuesta popular se va a ir con el fracaso del MCU y DCU si no repuntan en los próximos 4 años, que es cuando Marvel cumpla, en cine, las dos décadas de existencia. Esto para mi ya no es declive, es tobogán. Por eso cuando aparecen cosas como What if, que en otro contexto serían más bien convencionales, las vemos como las vemos: cómo magníficos ejercicios que aportan aire a un material sin vida

RMS: Puede ser, aunque yo no termino de ver un tobogán o un declive tan marcado. Hace unos días veía un meme que bromeaba sobre cómo ante cada nuevo lanzamiento de Marvel se pasa de la euforia a la desazón, estilo “Marvel está acabado” y después “volvió Marvel con todo”. Me parece que todavía hay rasgos de creatividad que distinguen a Marvel, así como un cierto estancamiento que en parte se asemeja al sufrido por Pixar. Claro que en el caso del estudio de animación, se puede ver un quiebre muy marcado a partir de la salida de John Lasseter. En cambio, acá se da con el cierre que introdujo Avengers: Endgame y la necesidad de comenzar todo lo nuevo. Creo todavía que Marvel tiene la capacidad para reformularse sin perder su esencia de origen y la segunda temporada de What if…?, con todos sus desniveles, no deja de ser una muestra de eso.

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