Manchester junto al mar
Las películas de Lonergan son como capas de cebolla que se van sumando una a una en rewind. Situaciones y acciones dramáticas que se repiten constantemente de una película a la otra, pero que se resignifican a medida que se enriquecen con la incorporación de nuevos elementos. Margaret (Kenneth Lonergan, 2011) también es vital en la incorporación de un elemento dramático que marca un antes y un después en el relato y que no vale la pena develar. Hay mucho en esa manera de concebir el cine a lo que hacían por ej. Hawks o Hitchcock, aunque el primero trabajaba sus constantes sobre arquetipos y el segundo a través motivos visuales.